El Banco Central brasileño elevó hoy la tasa básica de intereses del país desde el 8,50 % hasta el 9,0 % anual, su mayor nivel desde marzo del año pasado, en la cuarta subida consecutiva de los tipos desde que el emisor admitió en abril pasado su preocupación con el aumento de la inflación.
El anuncio fue hecho por el emisor tras una nueva reunión periódica de los miembros del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central, que aprobaron la decisión de forma unánime y la justificaron a sus temores con la inflación.
"El Comité considera que la decisión contribuirá a colocar la inflación en tendencia descendente y a garantizar que esa tendencia persista el próximo año", según un comunicado divulgado por el organismo emisor.
El Banco Central también había atribuido las tres anteriores elevaciones a sus preocupaciones con la inflación, que acumuló una subida del 6,27 % en los últimos doce meses hasta julio, por encima de la meta del 4,5 % que el Gobierno se impuso para todo el año.
Esa meta, sin embargo, admite un margen de tolerancia de 2 puntos porcentuales, lo que permite que el índice llegue hasta el 6,5 %.
El emisor mantuvo la elevación gradual de los tipos pese a que en julio la inflación se ubicó en el 0,03 %, su menor nivel en varios meses.
Aun así, el Banco Central consideró que aún hay presiones inflacionarias, entre las cuales está la fuerte devaluación del real frente al dólar, que puede elevar los precios de los importados, los cuales representan el 25 % de los productos consumidos por el país.
La elevación de los tipos en 0,5 puntos porcentuales era esperada por los economistas y por los analistas del mercado financiero, que prevén que Brasil terminará el año con una tasa de intereses del 9,5 % anual y una inflación del 5,80 %.
El Banco Central, por su parte, prevé para este año una inflación próxima al 6,0 %.
Pese a que la inflación comenzó a ser considerada como una preocupación por el Gobierno en el primer trimestre, el emisor tan sólo comenzó a elevar los tipos en abril, hasta cuando estaban en el 7,25 % anual, su menor valor histórico.
La subida de los tipos supone un encarecimiento del crédito, por lo que puede frenar el consumo interno, el principal motor de la economía de Brasil, y dificultar la recuperación del país tras dos años de desaceleración económica.
La economía brasileña creció un 0,6 % en el primer trimestre, por debajo de las expectativas, lo que ha forzado a rebajar las previsiones oficiales y privadas.
La proyección de analistas privados para el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de este año es del 2,20 %, por debajo de la del Gobierno (2,5 %) y de la del Banco Central (2,7 %).
Esas previsiones muestran que ni el Gobierno ni los economistas esperan el fuerte crecimiento que pronosticaban para 2013, sino una ligera recuperación.
Tras haber registrado una expansión del 7,5 % en 2010, el crecimiento de la economía brasileña fue del 2,7 % en 2011 y sólo del 0,9 % el año pasado.
VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Credencial
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contraste
Brasil
