Argentina se hunde en la pobreza por la crisis y complica reelección de Mauricio Macri

Las buenas noticias no acompañan a la administración de Mauricio Macri. No bastó con que hace una semana se revelara que la economía argentina profundizó su crisis a fines de 2018, con una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 6,2% con relación al mismo período de 2017.

Ayer, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) anunció que la pobreza aumentó en 5 puntos porcentuales en la segunda mitad de 2018, a 32%, frente al primer semestre.

Respecto del mismo período del año anterior –cuando se ubicó en 25,7%, el punto más bajo de la actual administración-, el avance fue de 6,3 puntos, una cifra extremadamente sensible para el gobierno de Mauricio Macri, quien prometió en su campaña lograr “pobreza cero” y que, en base a ello, se podría evaluar su gestión.

Las cifras más recientes dejan al jefe de Estado trasandino en un complicado escenario, considerando que este año buscaría la reelección y que no tendría mucho tiempo para cumplir con la promesa de recuperar al país.

Pobreza en aumento

Con el agravamiento de la crisis económica, una inflación sin control que se está estimando en hasta 40% para 2019, y medidas oficiales que no dan en el centro de la solución a los problemas reales, la pobreza no ha hecho más que aumentar, alcanzando a más de 12.960.000 personas.

Esto significa que en los 12 meses marcados por la debacle financiera, 2.680.000 pobres se sumaron a las estadísticas.

En tanto, la cantidad de personas bajo la línea de indigencia es de 2.713.533 (6,7%), si se proyecta a nivel país. Esto quiere decir que por sobre 790 mil personas más tienen problemas severos para alimentarse.

Otro dato preocupante es la cantidad de niños pobres (de entre 0 y 14 años), que creció a 47%, desde un 39,7% hace un año.

El informe del Indec consigna, además, que la cantidad de “hogares pobres” se elevó de 19,6% a 23,4%, con respecto al mismo período de 2017. Y los “hogares indigentes” subieron de 3,8% a 4,8%.

“El año pasado fue el peor desde 2002. Son varias las razones: la devaluación del peso fue la más intensa desde ese año, por lo que la inflación se disparó. Ello determinó que la caída del poder adquisitivo fuera la más profunda desde 2002”, dijo a La Nación Daniel Schteingart, investigador del Citra-UMET.

Por su parte, la consultora Ecolatina explicó que el alza de las cifras no sorprende, “pues el año pasado la caída de salario real fue la mayor desde 2002 (...), y si bien la destrucción de empleo no fue masiva, aumentó considerablemente la precarización laboral”.

Promesa incumplida

Desde que Cambiemos llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2015, millones de argentinos se han sumergido en la pobreza. De hecho, especialistas calculan que un promedio de hasta dos ciudadanos por minuto caen por debajo del mínimo indispensable para subsistir, algo que no sucedía desde la crisis de 2001.

El presidente Macri había manifestado su deseo de que su gobierno fuera juzgado por la reducción -o no- de este indicador. Poco tiempo después, reconocía que no alcanzaría la “pobreza cero” y dijo: “En cuatro años es obvio que no se alcanza. Es un camino y no una tarea de un solo gobierno”.

Hasta 2017, el dato mostraba una caída constante. Sin embargo, en 2018 “pasaron cosas”, según el mismo Macri declaró. Y la depreciación del peso, que perdió la mitad de su valor en cuatro meses frente al dólar, tuvo su impacto.

Tras ello, reconoció que la pobreza iba a aumentar “a niveles de antes” y dijo: “No prometí pobreza cero, es una tendencia hacia la que trabajo”.

Pero para Ecolatina, “más allá de las causas, el resultado no fue positivo”. En tanto, el analista político Sergio Berenztein consideró que el gobierno atraviesa un “momento crítico” y que Macri “es un presidente devaluado”, cuya “palabra ya no tiene peso”.

Lo peor, a su juicio, es que “todavía le queda un par de episodios complejos de aquí a las elecciones”. “Cuando asumió en 2015, US$ 1 valía 15 pesos argentinos; hoy está en 45 pesos. Esa es la dimensión de la devaluación del liderazgo, y de la palabra y del presidente”, analizó.

Inflación imparable

Por si fuera poco, la inflación sigue desatada. El año pasado se ubicó por sobre 50%, cuando se estimaba estaría en un 25%. Desde ya, las consultoras prevén que el dato para 2019 se ubicará entre 34% y 40%.

La cifra podría verse impulsada por el aumento de 29% en las tarifas del gas, que se realizará en tres etapas, y no una como estaba planificado, y con el gobierno asumiendo el subsidio con las empresas.

La decisión equivale a un incremento de 2,25% del total de 200 mil millones de pesos previstos en el presupuesto para el gasto en el área.

“Lamentablemente, las perspectivas para este año no son buenas: el nivel de actividad se contraerá en 2019; no esperamos que haya creación de empleo ni un aumento de salario real significativos durante buena parte del año. En este marco es probable que no haya mejoras significativas entre 2016 y 2019”, explicó Ecolatina.