China no se quedó de brazos cruzados. El gobierno de Xi Jinping arremetió ayer contra Washington, a pesar de las advertencias del presidente Donald Trump, y anunció el aumento de los aranceles a productos estadounidenses por US$ 60 mil millones desde el 1 de junio, generando una venta masiva en el mercado global.
Dos horas después de que el titular de la Casa Blanca escribiera en Twitter que “China no debería tomar represalias”, porque de lo contrario todo empeorará”, el Ministerio de Finanzas chino dijo que subiría los impuestos entre un 5% y un 25%, afectando a un total de 5.140 productos que van desde el gas natural licuado y alimentos, hasta artículos de aseo personal.
La decisión de Beijing respondería al “unilateralismo y el proteccionismo comercial de EEUU”, luego de que el viernes fracasara una nueva ronda de negociaciones que llevó a Trump a subir a 25% los impuestos a US$ 200 mil millones de bienes del gigante asiático y a anunciar que gravaría los US$ 325 mil millones restantes.
Ayer, el mandatario republicano aseguró que el único afectado será Beijing, porque “si no llega a un acuerdo, las empresas se verán obligadas a abandonar China para irse a otro país”.
Incertidumbre latente
El nuevo impasse golpeó con fuerza los mercados y según Yelena Shulyatyeva, economista senior de Bloomberg, el escenario se repetirá con regularidad alentando la incertidumbre.
En entrevista con Diario Financiero la experta explicó que no ve una pronta solución al conflicto, porque “hay diferencias fundamentales entre los dos países que simplemente no serán resueltas en estas negociaciones”.
Atribuyó la reacción de las plazas bursátiles a que los inversionistas “se adelantaron a los eventos y a que fueron muy optimistas respecto de las negociaciones, asumiendo que todo iba a estar bien”.
Los riesgos de una escalada de tensiones ya eran abordados por BofA el viernes, cuando en un reporte indicó que ambas potencias “se engancharán en nuevas batallas”. Ello, advirtió, desencadenará una nueva ronda de aranceles cruzados hasta que, finalmente, alcancen un acuerdo.
Bajo este conflictivo escenario, la consultora prevé “riesgos a la baja para el crecimiento por aranceles más altos y una mayor incertidumbre. La guerra comercial empujará a la economía global hacia la recesión”.
Las miradas están puestas, ahora, en el anuncio de una posible nueva ronda de conversaciones y en la reunión entre Xi y Trump en la cumbre del G20 en Japón, en junio.
Impacto en la confianza
Shulyatyeva coincide con otro reporte de Moody’s, de que una represalia desde Beijing no impactará, por ahora, a la economía estadounidense. “Las ventas a China apenas contabilizaron el 7% del total de las exportaciones de bienes el año pasado. Para EEUU no tiene tanto efecto de forma directa”, dijo la economista.
Sin embargo, advirtió que cuando EEUU aplique los gravámenes a los US$ 325 mil millones restantes, “los consumidores tendrán que pagar ese precio”. “Las consecuencias se verán en términos de confianza empresarial y de los consumidores, que empezarán a mostrarse en un par de meses más. Será entonces cuando veamos a la Fed bajando las tasas de interés”, apuntó.
Para los mercados emergentes, las consecuencias serán momentáneas. Ayer las monedas y acciones latinoamericanas cayeron tras el anuncio, pero Shulyatyeva dijo a DF que un contagio mayor va a depender del riesgo directo de una recesión en EEUU. “Mientras veamos un modesto crecimiento en la primera economía no habrá desastre para los mercados emergentes”, consideró.
El mismo análisis hace Capital Economics, que apuntó a que “el aumento en las tensiones comerciales parece haber tenido un mayor impacto en los mercados de divisas de los emergentes que episodios anteriores de la guerra comercial. Sin embargo, es probable que el efecto (…), tanto a través de los vínculos comerciales como de las condiciones financieras, sea muy pequeño”.
Lo más reciente “hará caer sólo una fracción del porcentaje del PIB chino. Y el impacto en otros mercados emergentes, incluso aquellos estrechamente vinculados a las cadenas de suministro manufactureras chinas, será aún menor”, consideró la consultora que agregó que “los movimientos financieros son minúsculos y las condiciones siguen siendo mucho más flexibles que a inicios de año”.
UE prepara lista de represalias en contra de Washington
La Unión Europea prepara represalias en contra de Washington, que significarían la aplicación de aranceles a productos estadounidenses por US$ 22.500 millones, si el presidente Donald Trump decide el sábado establecer cuotas a las importaciones de automóviles. "Estamos preparando una lista de posibles elementos" a ser incluidos en el inventario, dijo ayer la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, en una entrevista a Bloomberg Television.
Las cuotas compensatorias se basarían en los motivos de seguridad nacional que ha invocado Trump en los casos del acero y aluminio importados. Desde julio, las acciones bilaterales estaban en pausa, luego de que EEUU y la UE llegaran a un pacto político para avanzar hacia un acuerdo comercial limitado, que detendría la amenaza en contra de los autos europeos. Según la Comisión Europea, un arancel de EEUU por 25% a los autos extranjeros agregaría 10 mil euros al precio de las unidades importadas al país.
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