El magnate brasileño Eike Batista renunció como presidente del operador portuario LLX Logística SA, después de acceder a vender el control de la empresa a la firma estadounidense de inversión EIG Global Energy Partners LLC previamente este mes.
Batista, de 56 años, y su asesor Aziz Ben Ammar dejaron sus puestos en el directorio de la empresa, según un documento presentado al regulador.
Roberto D'Araújo reemplazará a Batista -que también es fundador de LLX - en la presidencia de LLX.
D'Araújo ya estaba en su segundo mandato como miembro del directorio de LLX.
La noticia tiene lugar después de que EIG, con sede en Washington, D.C., acordó el 14 de agosto invertir US$548 millones en LLX, lo que proveería el dinero suficiente para ayudar a terminar el superpuerto de Açu en el estado de Río de Janeiro. El acuerdo dará a EIG el control de LLX.
Batista ha visto a su fortuna, registrada el año pasado como la séptima mayor del mundo por la revista Forbes, caer en más de US$25.000 millones en los últimos 18 meses. Grupo EBX ha sufrido por una serie de retrasos de proyectos, una creciente deuda y una caída de la confianza en algunas de sus principales compañías. (Vea Eike Batista, el ocaso de un millonario)
Las acciones de LLX subieron tras la noticia. El papel, que se ha desplomado un 30,4 por ciento en lo que va del año, subía casi un 2 por ciento el miércoles, a 1,68 reales.
Batista había sido el mayor accionista de LLX antes del acuerdo con EIG y había dicho que saldría del directorio de la compañía cuando se completara el negocio. No obstante, mantendrá una participación "relevante" y también tiene el derecho a seleccionar a un miembro del directorio.
Las recientes medidas de Batista por convertirse en un accionista minoritario en algunas de las compañías de su conglomerado Grupo EBX lo están ayudando a impulsar a EBX, que una vez fue valorado en US$60.000 millones.
El valor de los activos de EBX, que contemplan negocios desde logística a petróleo y gas, minería y astilleros, es ahora menor a los 5.000 millones de dólares.
El quiebre de EBX comenzó a inicios de julio, cuando Batista dejó el cargo de presidente de MPX Energia SA, la compañía más prometedora de Grupo EBX, al ceder el control de la firma a la alemana E.ON SE.
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