El BCE está listo para ofrecer más préstamos a largo plazo

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, declaró ayer que el organismo está listo para ofrecer Operaciones de Refinanciamiento a Largo Plazo (LTRO, su sigla en inglés) para entregar fondos al sistema bancario europeo de ser necesario.

“Estamos listos para usar cualquier instrumento, incluyendo otra LTRO si es necesario, para mantener los mercados de capitales a corto plazo en el nivel que se justifique según nuestra evaluación de la inflación en el mediano plazo”, aseguró Draghi en respuesta a preguntas que le realizaron ayer los legisladores en el Parlamento Europeo.

El banquero central también sostuvo que los volúmenes de crédito todavía no están mostrando el efecto de la mejora en las condiciones de financiamiento de los bancos y reiteró el compromiso del ente emisor de mantener las tasas de interés bajas por todo el tiempo que sea necesario.

El BCE está poniendo atención al menor nivel de fondos adicionales en el sistema bancario debido a los pagos de los préstamos de emergencia de los bancos, según Draghi.

El economista advirtió que la devolución de estos préstamos también podrían provocar mayores tasas.

“Si bien el pago del crédito del banco central es ciertamente una señal de normalización, la resultante reducción en el exceso de liquidez puede reforzar las presiones al alza sobre las tasas monetarias”, manifestó.

Los bancos europeos devolverán 7.910 millones de euros de préstamos a tres años esta semana, de acuerdo a cifras reveladas por el banco central la semana pasada. Este es el mayor nivel de pagos desde mayo.

Exceso de liquidez


Draghi expresó que el BCE estará “particularmente atento” a las implicancias que podría tener sobre la política monetaria una caída en el exceso de liquidez.

“Recuerdo que hace un tiempo mencioné una cifra de 200 mil millones de euros como un umbral, pero en realidad depende del contexto. Depende del contexto; del grado de fragmentación que tenemos”.

Al 20 de septiembre, el exceso de liquidez de los bancos como seguro contra los shocks al sistema llegaba a 220.500 millones de euros.