La cantidad de grandes empresas de mercados emergentes aumentará en los próximos años y éstos se convertirán en competidores y clientes de sus pares de países ricos, según un nuevo estudio de McKinsey Global Institute (MGI). Casi un 75% de las 8.000 compañías que actualmente tienen ingresos anuales de US$1.000 millones o más tienen sede en economías avanzadas. Para 2025, otras 7.000 empresas se habrán unido a ese grupo, y siete de cada diez de ellas estarán radicadas en las economías emergentes, según proyecta el informe. Estas firmas constituirán entre el 40% y 50% de la lista de empresas Fortune Global 500, el doble de la proporción actual.
Los mercados emergentes se han visto desfavorecidos por los inversionistas este año debido a preocupaciones por la sostenibilidad de la economía China, un menor crecimiento en India y Brasil y temores por la capacidad de países como Indonesia y Turquía para atraer fondos que contrarresten sus actuales déficit contables.
El director de MGI, Richard Dobbs, dijo que habría contratiempos en el proceso, pero que veía pocas cosas que pudieran detener el incremento de las grandes corporaciones en los mercados emergentes. “Va a ser un viaje turbulento en los próximos 20 ó 30 años mientras atravesamos esta masiva transición. Pero el crecimiento va a suceder. Algunos países podrán estancarse, pero hay suficientes mercados emergentes que tienen un grado de inevitabilidad sobre esto”, declaró Dobbs a Reuters.
La primer ola de desarrollo se basó en la mano de obra barata, luego se comenzó a vender a los nuevos consumidores ricos. La tercera ola se está rompiendo a medida que las empresas aumentan su potencial, impulsadas por la urbanización y el crecimiento en los ingresos. La tendencia proyectada inclinará hacia los mercados emergentes el poder de decisión, el capital y la innovación.
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