Perú: Toledo cerró campaña alertando contra "vuelta al pasado" con fujimorismo

El ex mandatario peruano Alejandro Toledo, candidato presidencial para los comicios del próximo domingo, cerró anoche su campaña con una multitudinaria reunión en Lima en la que alertó contra la "vuelta al pasado" que supondría una victoria de su rival Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori.

Ante más de 10.000 personas que se congregaron durante tres horas en el Campo de Marte, en la capital peruana, en una fiesta de fin de campaña con números musicales y fuegos artificiales, Toledo les pidió no dar "un salto al vacío" ni "patear el tablero".

Sin mencionar en ningún momento por su nombre a sus principales rivales, el nacionalista Ollanta Humala y Keiko Fujimori -primero y segundo en las encuestas de intención de voto-, Toledo repitió en varias ocasiones el riesgo que supone plantear una elección entre "el pasado oscuro y la dictadura del futuro".

Pero a Toledo le faltó la fe que ha mostrado en otros mítines de semanas anteriores, cuando estaba a la cabeza de las encuestas, y también los miles de personas acusaron el cansancio de las varias horas pasadas en el Campo de Marte para esperar a su líder.

El candidato habló durante 53 minutos y dedicó gran parte de su tiempo a recordar promesas que ha hecho en otros muchos mítines durante toda la campaña electoral, como la subida de las pensiones y del salario mínimo, la creación del Ministerio de la Juventud y la fundación de institutos tecnológicos.

Los organizadores del mitin reservaron como sorpresas dos grabaciones de vídeo del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y del exsecretario general de la ONU Javier Pérez de Cuéllar, que mostraron su apoyo a Toledo.

Ambos se expresaron a favor del expresidente tras los últimos sondeos en los que se confirma la caída de Toledo y la posibilidad cada vez más clara de que la segunda vuelta se dirima entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori.

Pese a las encuestas, Toledo no cambió en lo sustancial el tono de sus anteriores mítines y se limitó a pedir a sus partidarios "no perder el rumbo" pues "está en juego el futuro de nuestros hijos".