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Nuevo gobierno de Perú ya sufre su primera crisis por nombramiento de jefe de gabinete

El primer ministro es investigado por apología del terrorismo y está involucrado en una trama de corrupción. Su designación provocó que varias figuras que iban a asumir como ministros desistieran de participar, incluyendo en la cartera de Economía.

Por: Gestión, Perú. Editado por Renato García J. | Publicado: Viernes 30 de julio de 2021 a las 16:40 hrs.
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El nombre del designado como nuevo Presidente del Consejo de Ministros de Perú –equivalente a primer ministro–fue guardado bajo siete llaves por el entorno del recién asumido mandatario Pedro Castillo. Y la figura de Guido Bellido causó aún más sorpresa porque no estaba en los cálculos de nadie.

Las horas previas a su nombramiento parecen haber sido complejas. La ventaja de Róger Nájar, que parecía el favorito, se fue desvaneciendo. Aunque era el candidato de Vladimir Cerrón, jefe del ahora gobernante partido Perú Libre, la oposición de un sector de sus socios de Juntos por el Perú, parece haber sido determinante en su bajada.

Pero también influyó una carta firmada por legisladoras de diversas bancadas exhortando al presidente a no incluir en su Gabinete a personas involucradas en violencia contra mujeres y niños, ya que Nájar fue denunciado en 2009 por no reconocer legalmente a su hija.

Ministros se bajan

Bellido juró en el cargo el jueves temprano en una ceremonia en Ayacucho y el resto de los ministros debía hacerlo a las 08:30 PM, en el Gran Teatro Nacional de San Borja, pero el evento se concretó con tres horas de retraso. Trascendió que la demora se debió a que diversas personalidades que habían aceptado integrar el gabinete declinaron tras la designación del primer ministro. Pese a que era el vocero económico de Castillo y el principal nombre que se barajaba, Pedro Francke desistió de encabezar el Ministerio de Economía y Finanzas y se retiró del acto sin dar declaraciones a la prensa.

Así, luego de que ayer juraran 17 ministros, todavía falta ahora definir las carteras de Justicia y Economía. En el Gabinete,  además, tampoco se cumplió con la promesa de paridad y solo hay dos mujeres como ministras. Respecto a la tendencia política, hay siete militantes de partidos de izquierda. Guido Bellido, Dina Boluarte y Rubén Ramírez son de Perú Libre. De Juntos por el Perú están Roberto Sánchez y Anahí Durand, mientras que Yván Quispe es del Frente Amplio y Ciro Gálvez de RUNA.

Voto de confianza

Y aunque al final Nájar no se impuso, Bellido tiene la misma postura de Cerrón frente al futuro del país. Además, el nuevo primer ministro es protagonista de uno de los audios de la presunta organización criminal Los Dinámicos del Centro. En él, se le escucha hacer coordinaciones para recolectar dinero para pagar la reparación civil de Cerrón.

Su nombramiento generó un rechazo mayoritario en las bancadas del Parlamento, incluso la crítica llegó de sectores aliados al Gobierno. El Partido Morado emitió un comunicado en el que exige que el Congreso no le otorgue el voto de confianza. Bellido es investigado por el presunto delito de apología al terrorismo por sus publicaciones apoyando a la exsenderista Edith Lagos.

“El equipo de gobierno del mandatario Pedro Castillo no puede estar liderado por una persona que no cree en la democracia, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y el terrorismo”, reza el oficio. 

Debido a que el Congreso aprobó en mayo un texto que prohíbe que los investigados, procesados y sentenciados por el delito de terrorismo integren las comisiones de Defensa e Inteligencia, el nuevo presidente del Consejo de Ministros quedaría excluido de estas instancias.

Banco central

Bellido, además, no ha estado completamente alineado con las opiniones del nuevo presidente, particularmente respecto de la conducción del banco central. Mientras que Castillo pidió durante campaña la continuación de Julio Velarde a la cabeza de la entidad, el jefe de gabinete cuestionó que su permanencia y subrayó que el “pueblo votó por un cambio real”, e incluso habló de que no se va a “administrar la crisis neoliberal”.

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