Sofofa enfrenta semana clave tras caso espionaje y consejeros delinean mapa de riesgos

Aunque estos días estaban definidos en los calendarios de los industriales como una semana clave para los próximos dos años en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), el ya acontecido proceso eleccionario que se desató a fines del año pasado no fue suficiente para dar por agotadas las sorpresas, ya que el jueves se sumó un nuevo capítulo tanto para el gremio como para el mundo empresarial como tal.

Esto, luego que el comité ejecutivo tomara la decisión de denunciar ante la Fiscalía al detectarse la presencia de micrófonos en las oficinas del actual timonel del gremio, Hermann von Mühlenbrock, y su primer vicepresidente, José Juan Llugany.

Sin embargo, una arista particular es la que se activó en el consejo general, ya que contrario a lo que tradicionalmente sucede, la instancia se alineó en un discurso común y se dispuso a proteger el gremio. El por qué y el para qué se dejó para la investigación que se inicia a partir de la denuncia y algunos consejeros ya comienzan a evaluar el mapa de riesgos que enfrentará la Sofofa en los próximos meses. Desafío que deberá tomar el único candidato en competencia, Bernardo Larraín Matte, lo que se suma a la carga que la continuidad de Von Mühlenbrock ya le endosaba por pertenecer al grupo involucrado en la colusión del papel tissue.

Lo reconoció la propia Sofofa cuando en su declaración pública expresó que este episodio, inédito en la Sofofa, “es inmensamente dañino para nuestra institución, para el empresariado, para la credibilidad pública y para nuestro país”.

Por esto, lejos de delinear futuros cambios en el gobierno corporativo o promover modificaciones a la estructura interna del gremio tras la denuncia por espionaje, diversos consejeros ya tantean los posibles coletazos que esto pueda tener en la convivencia interna -en la que tendrá que lidiar el nuevo líder- e incluso un eventual impacto en la imagen país.

Lo que explicaría para algunos que los industriales hayan enterrado posibles teorías de montaje para empantanar la proclamación de Larraín y más bien se hayan cuadrado en mostrar una Sofofa en el rol de víctima frente a un delito para también así no poner más piedras en el camino frente a la elección presidencial del gremio de este miércoles.

Precisamente, este último punto es sostenido por el presidente de Asimet, Juan Carlos Martínez, quien asegura que “la Sofofa ha sido víctima de un delito con esto”. El consejero recalca que “en lo primero que pienso es que nosotros tenemos que proteger más, tenemos que solidarizar con la Sofofa, a la cual todos pertenecemos y necesitamos”. En esa línea, enfatiza que el caso de espionaje no le afecta al gremio por que “la Sofofa ha sido víctima de un delito, gravísimo, estamos todos en ascuas y nadie se explica cómo puede pasar“.

En tanto, el líder de Asexma, Roberto Fantuzzi, también coincide en que hoy la imagen de la Sofofa no está en riesgo. Eso sí, dice lamentar “que esto pueda transformarse en una noticia internacional y la imagen de nuestro país se vea perjudiciada. Eso es preocupante”.

Los episodios que marcarán la salida de von Mühlenbrock

Más profundo es el análisis que algunos ya hacen de la salida de Von Mühlenbrock cuando se despida como timonel en la Asamblea Anual del miércoles. Esto, porque nada de fácil resultó ser su gestión que se prolongó con una reelección tras un proceso electoral que no estuvo exento de polémicas cuando se disputó la presidencia con el empresario Andrés Navarro, dejando resentido el consejo.

Más tarde se anotaría en la gestión del timonel un bullado caso de colusión del papel tissue que involucró la suspensión de los consejeros representantes de la empresa en el consejo. Más tarde la medida se modificó.

Acto seguido, fracasó en su intento por encontrar un candidato de consenso para dirigir el gremio en un próximo período, activándose así una contienda electoral donde emergió Rodrigo Álvarez -una ficha de continuidad- que luego desistió de su tratativa al no encontrar apoyos.