La revolución del Tiramisú: se ampliará con nuevo formato

El sábado bajó la cortina. Farmacias Ahumada dijo adiós a su local ubicado en la esquina de Isidora Goyenechea con Augusto Leguía, en pleno barrio El Golf de Las Condes.

El inmueble pasará a ser parte de la famosa pizzería Tiramisú, fundada en julio de 2001 por el matrimonio de Patricia Roccatagliata y Fuad Lama, y que es considerado el restaurante que mayores ventas tiene por metro cuadrado a nivel nacional, sin considerar establecimientos de comida rápida.

La pizzería –que partió con 15 mesas- hoy es un ícono de la gastronomía italiana. Actualmente, cuenta con más de mil metros cuadrados en donde cada día se atienden a cerca de 1.800 personas en promedio.

La ampliación hacia el local en donde se ubicaba la farmacia era un proyecto que estaba en carpeta hace años, pero por distintos motivos se aplazó.

Ahora el reloj comenzó a correr y el plan de los Lama-Roccatagliata es desarrollar un nuevo concepto gastronómico tipo cafetería, en que se incluiría la carta de helados artesanales. Junto a esto, el proyecto destinado para el nuevo local incluye instalar un mesón para el retiro de cortes de pizza en el local, es decir, un delivery que buscará atraer a la gran cantidad de oficinistas que hay en la zona o a quienes no tienen mucho tiempo.

Los socios del restaurante tienen todo bajo absoluta reserva. Ante la consulta de Diario Financiero, no hubo respuesta.

Los orígenes

Este año, Tiramisú cumple la mayoría de edad. Partió con un pequeño local en Isidora Goyenechea un poco más arriba de la Plaza Perú. Un par de mesas, dos mozos y una carta de pizzas, ensaladas, postres y tragos realizada por sus dueños.

El éxito no tardó en llegar; el boca a boca impulsó el negocio. Dada la gran llegada de comensales, el restaurante se amplió hacia la calle, donde se instalaron mesas con sus tradicionales manteles a cuadrillé rojo con blanco.

Al poco tiempo, el local nuevamente se hizo chico. Se compraron nuevos hornos y se construyó el salón que está a la derecha de la entrada principal, conocida como la zona antigua.

La alta demanda ha hecho que la pizzería se expanda hasta tener mesas por Augusto Leguía. A estas alturas, la farmacia era un estorbo.

Con la esquina en sus manos, se cumple una etapa de los Roccatagliata-Lama, que buscaban tener una “manzana italiana” en el sector oriente de Santiago, pues ya manejan parte importante del perímetro conformado por las calles Isidora Goyenechea, Augusto Leguía, Don Carlos y La Pastora.

Ellos son propietaros de una fracción de los metros cuadrados del Tiramisú. Parte importante del local son arriendos a largo plazo a César Ravazzano.

Varias empresas inmobiliarias han estado tras este exclusivo sector de Las Condes. ¿El plan? Echar abajo los antiguos edificios para dar espacio a modernas torres de oficinas.

No obstante, el éxito del Tiramisú tira por tierra cualquier proyecto inmobiliario: vende tanto cada 30 días que se ha hecho imposible romper con los contratos de arriendo. “El lucro cesante que se tendría que pagar es demasiado alto y hace que cualquier proyecto de oficinas en ese espacio sea inviable”, dice un agente inmobiliario.

El éxito de la pizzería ha sido tal que incluso se ha señalado que sus socios han tenido en carpeta sumar una nueva sucursal. Se habló de La Dehesa, en Lo Barnechea. No obstante, la opción estaría totalmente descartada, pues el foco está y estará en el ya legendario local de El Golf, dicen cercanos a los dueños del restaurante.

Sello diferenciador

Patricia Roccatagliata es la encargada del “servicio” del restaurante, que para ella es el área más importante junto con la calidad de sus productos y las materias primas de las distintas regiones de Italia. Esta es la base del concepto Tiramisú.

“Sumado a la estética del diseño, a nuestro particular énfasis en el servicio al cliente y a la justa relación entre el precio y la calidad de nuestros productos, han sido los motores de nuestro crecimiento”, destaca la empresa en su decálogo, en el cual también se incluye a los empleados y proveedores “que comparten el objetivo de hacer vivir al cliente una experiencia única, todos los días”.

Esta es la esquina donde la histórica ubicación de Farmacias Ahumada dará paso a la apuesta
de los dueños del restaurante.