Cartas al Director

Señor Director:


Más allá de las cifras de aprobación y rechazo que obtienen el gobierno y la oposición, la reciente encuesta CEP nos muestra interesantes datos que al parecer no han acaparado la atención de los analistas.

En primer lugar, la mayoría de los encuestados cree que la educación, el trabajo duro y la ambición son las claves para surgir en la vida. Asimismo, son más los que creen que en el ámbito laboral debiera premiarse el esfuerzo individual, aunque se produzcan importantes diferencias de ingresos y aumente la brecha de desigualdad.

En Educación, la mayoría rechaza que las universidades sean gratis para todos, pues creen que este beneficio debe ir sólo para los alumnos más necesitados. También son más los que opinan que es bueno que los padres puedan aportar al desarrollo escolar de sus hijos, complementando el subsidio que el Estado pone para ellos.

En ese sentido, la mayoría de los encuestados cree en la meritocracia como motor de desarrollo social; desprecia un Estado benefactor -prefiere ser capacitado que recibir un bono-; y le da importancia al rol de los padres en el financiamiento de la educación de sus hijos.

Qué significa esto: que a diferencia de lo que vaticinan algunos analistas y lo que aseguran quienes se arrogan la representación de la población sin haberse sometido a ningún proceso eleccionario, pareciera ser que la ciudadanía goza y defiende el “modelo” que ha tenido el país en las últimas décadas, aún cuando existen muchos ámbitos que requieren ser perfeccionados.

Renato Gaggero L.

Señor Director:


Para hacer del puente una iniciativa rentable, el ministro Golborne deberá traer de China un proyecto barato y unos cuantos chinitos que pasen por arriba.

Héctor José Zañartu V.
Ingeniero Civil


Las positivas cifras que muestra el informe del PNUD respecto de los niveles de felicidad de los chilenos, son una nueva prueba de que las políticas públicas implementadas en los últimos años están dando resultados.

No cabe duda que medidas como el fin del descuento del 7% en salud para los jubilados, el término de las listas de espera Auge, el posnatal de seis meses, la puesta en marcha del Ingreso Ético Familiar, la nueva política de viviendas sociales, la serie de proyectos que el gobierno ha elaborado para mejorar la calidad de la Educación y las altas tasas de empleo, han contribuido a que cerca del 80% del país se muestre feliz y satisfecho con su vida.

Mauricio Gil S.

Señor Director:


Ya mucho se ha dicho sobre el modelo actual que pese a haber generado un crecimiento fuerte y sostenido, se encontraría actualmente en crisis. Que dicho modelo nos tiene molestos; que nuestros derechos no son respetados por las empresas y las instituciones políticas; que el consumo nos ha corrompido y quién sabe cuántas tragedias más.

Pese a ese diagnóstico casi apocalíptico, la verdad de las cosas es que parece que no estamos tan mal: según el último informe del PNUD, el 80% de los chilenos se declara bastante o muy feliz. Y esto puede tener algunas explicaciones: según el Índice de Libertades en el Mundo, elaborado por Freedom House y que mide cuánto se respetan en un país los derechos políticos y las libertades civiles, Chile logra un puntaje de 97; más alto que toda América Latina (66,5) y por sobre el promedio de los países de la OECD (92,9). Asimismo, en el ránking de Libertad Económica hecho por la Heritage Foundation nuestro país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y el primero a nivel latinoamericano. Con antecedentes como esos, no es de extrañar que el último Índice de Desarrollo Humano del PNUD nos haya dejado en la primera posición en América Latina. En fin, debe haber alguna misteriosa razón por la cual Chile sigue progresando de manera sostenida, pero además, haciendo que la gente se sienta mayoritariamente satisfecha con su vida. 


Carlos Cruz I.
sociólogo