Las películas de mi vida

Alberto Etchegaray

Si le suena conocido el encabezado de este prólogo es porque así se titula un libro de mi tocayo Alberto Fuguet. Uno donde el protagonista rememora su historia personal a partir de recuerdos ligados a las 50 películas que más lo marcaron en su infancia y juventud. Ahí aparecen películas como "Aeropuerto 77", "Willy Wonka y la fábrica de chocolates", "Tiburón", y otras películas que le dejaron una imborrable huella.

Porque todos tenemos películas que nos han marcado académica, profesional o personalmente. Conozco, por ejemplo, varios amigos periodistas que se contagiaban con el esfuerzo sobrehumano que Woodward y Bernstain imponían en "Todos los hombres del Presidente" para poder desentrañar el escándalo Watergate. Algunos colegas abogados son capaces de recitar los argumentos de justicia esgrimidos por el juez que representaba Spencer Tracy en el "Juicio de Nüremberg". En fin, hay varios profesionales vinculados a la política a quienes se les ve vibrar con el calculador Frank Underwood en "House of Cards".

Hoy se lanza el libro "Cine y casos de negocios" -obra colectiva desarrollada por la Universidad Adolfo Ibáñez y con prólogo del suscrito- que analiza a 15 de las mejores películas de negocios de todos los tiempos y las emplea como casos de estudio desde la lógica de incentivos, gobierno corporativo, liderazgo y psicología organizacional. El libro es una buena oportunidad de descubrir como "Ciudadano Kane", "Wall Street", "Too big to fail", "Jobs", "Recursos Humanos", "Red Social" y "No" pueden representar los mismos problemas que enfrentan usted o su empresa.

Ahora bien, ¿por qué se justifica que se reflexione sobre el alcance de determinadas películas con temáticas empresariales y financieras? Porque la evidencia muestra que, desde un punto de vista pedagógico, las películas ayudan a facilitar la discusión de los alcances organizacionales, financieros y comerciales que se plantean tanto en los casos exitosos como en los fraudulentos.

Pero nos enfrentamos a una carencia importante en Chile y Latinoamérica. No contamos con una cinemateca contundente que muestre las dinámicas particulares de los grupos económicos latinoamericanos, que se caracterizan por controlar las compañías con alta concentración accionaria, muy distintos a las realidades anglosajonas donde las compañías se controlan con baja concentración. Esa sola realidad hace que los problemas de las empresas y los incentivos de sus ejecutivos sean diametralmente distintos.

Sería muy bienvenido que más directores latinoamericanos mostraran los pormenores organizacionales internos que generaron, por ejemplo, la caída del imperio de Eike Batista en Brasil, la estafa que llevó adelante la Corredora Interbolsa en Colombia, o cómo se terminó desarrollando el modelo de "repactaciones unilaterales" de La Polar en Chile. ¿No sería extremadamente útil plasmar en la pantalla un guion inteligente que mostrara la evolución de esos casos, destacando los incentivos económicos inadecuados que pueden generar fraudes corporativos? ¿No ayudaría esa contextualización a entender de mejor manera cómo las empresas pueden estar incubando riesgos análogos? Es de esperar que buenos directores de cine se animen a desarrollar proyectos de esta naturaleza. Como hemos visto últimamente, material hay de sobra.