Encuesta CEP: pensiones y expectativas
PEDRO PIZARRO CAÑAS Abogado, exsubsecretario de Previsión Social
Hace algunos días conocimos la última entrega de la encuesta CEP, que esperabn tanto Gobierno, oposición, como los candidatos.
Aunque hay varios aspectos que han sido materia de análisis y comentarios, quiero marcar el punto en la pregunta referida a “los tres problemas a los que debería dedicar mayor esfuerzo en solucionar el Gobierno”; y, en especial, en la evolución que ha tenido el ítem pensiones los últimos años. En diciembre de 2019, estaba en primer lugar, por lejos, con 64 puntos, en pleno estallido. En abril de 2022 la cifra se había reducido a 33 puntos, tras la creación e implementación de la PGU. En esta última entrega el guarismo se ubicó en 25 puntos con la aprobación de la reforma previsional.
“Los próximos años deben centrarse en una correcta implementación de la reforma, procurando que la misma se haga en forma técnicamente impecable”.
No cabe duda de que la demanda por mejores pensiones ha sido una constante en los últimos tiempos, siendo uno de los aspectos que puso en relevancia el estallido de 2019. La creación e implementación de la PGU fue sin lugar a dudas, la noticia más relevante en materia previsional de las últimas décadas, ya que implicó un incremento importante tanto en monto como en cobertura en el pilar no contributivo, permitiendo al sistema entregar tasas de reemplazo muy acorde e, incluso, superiores a las de la OCDE, especialmente para los sectores de menores ingresos
Se trata de una política pública que es parte del legado del Presidente Piñera y que permitió que ningún adulto mayor quedara bajo la línea de la pobreza. Por estas razones y tantas más, la encuesta de esa fecha arrojó 33 puntos en el tema aludido, un descenso de casi a la mitad de lo que tenía en 2019.
La última muestra entregada corresponde a la medición posterior a la reforma previsional, exhibiendo un descenso hasta los 25 puntos; ubicando esta temática en un cuarto lugar, y ya no en el primero, como era en 2019.
Interesante es constatar que esta última disminución en la cifra acaece solamente con el anuncio de la ley, toda vez que hasta la fecha ninguna pensión se ha visto aumentada (los primeros serán los mayores de 82 años a contar de septiembre). La expectativa genera la confianza necesaria. En este punto de las expectativas es donde hay que poner atención, esfuerzo y dedicación, a fin de no defraudar las perspectivas de la ciudadanía. Los próximos años deben centrarse en una correcta implementación, procurando que la misma se haga en forma técnicamente impecable, teniendo claro que la orientación debe ser siempre aumentar el ahorro y la rentabilidad, y con ello las pensiones.
Cualquier error o desviación en régimen y límites de inversiones, nueva cotización de cargo del empleador, nuevos roles públicos y otros, puede tener implicancias no deseadas. Dadas las nuevas y actuales atribuciones que tiene la Superintendencia, avanzar en una entidad colegiada resulta cada vez más recomendable.
Como se puede observar desde 2019 hasta la fecha las mejoras en pensiones han sido recibidas de buena manera, reflejándose así en las encuestas. En la correcta implementación de la reforma está en juego mantener la tendencia a la baja.