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Gobiernos corporativos en Chile: avances recientes y desafíos

Mauricio Larraín E. Profesor de la Universidad de los Andes

Por: Mauricio Larraín E. | Publicado: Viernes 5 de enero de 2024 a las 04:00 hrs.
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Mauricio Larraín E.

Recientemente, la OCDE publicó una revisión respaldada por los líderes del G20 de los Principios de Gobierno Corporativo. El objetivo fundamental del gobierno corporativo es fomentar un entorno de confianza, transparencia y rendición de cuentas, esencial para la creación de valor empresarial sostenida en el tiempo. Estos Principios constituyen los cimientos de una buena gobernanza y ofrecen una guía práctica para su implementación en los países. A nivel mundial, se observa una tendencia creciente en la adopción de estos Principios por parte de países y empresas, elevando así los estándares de referencia para nuestro país.

En los últimos cinco años, Chile ha logrado avances significativos en la adopción de estos Principios. Uno de los cambios más destacados fue la promulgación, a finales de 2021, de la norma de carácter general 461. La CMF se anticipó a una tendencia global de mayor transparencia al exigir a las empresas reportar una memoria integrada explicando cómo incorporan las temáticas ambientales y sociales en su gobierno corporativo y en sus decisiones estratégicas. Este cambio refleja el compromiso de Chile con los principios OCDE de transparencia y sostenibilidad, posicionando al país en la vanguardia internacional en estos temas.

“Chile aún no cuenta con un código de gobierno corporativo, que consiste en un conjunto de reglas promovidas por el sector privado que se recomienda seguir a los participantes del mercado de valores. Se debe impulsar prontamente este esfuerzo de autorregulación para evitar quedar rezagados a nivel internacional”.

Asimismo, se han logrado avances relevantes en el ámbito del trato justo de los accionistas. Por un lado, la ley de agentes del 2021 elevó los estándares de las operaciones entre partes relacionadas dentro de un mismo grupo económico, brindando una mayor protección a los accionistas minoritarios, como las AFP. En 2020, la CMF estableció una norma que permitió la realización remota de juntas de accionistas, lo que también incrementa la protección de los minoritarios, como los tenedores de ADR. Además, la ley de agentes del 2021 estableció un período de bloqueo de 30 días previo a la divulgación de los estados financieros, durante el cual los directores y ejecutivos de la empresa, así como sus familiares, no pueden realizar transacciones con sus valores.

No obstante, persisten varios desafíos. En primer lugar, a diferencia de la mayoría de los países, Chile aún no cuenta con un código de gobierno corporativo, que consiste en un conjunto de reglas promovidas por el sector privado que se recomienda seguir a los participantes del mercado de valores. Se debe impulsar prontamente este esfuerzo de autorregulación para evitar quedar rezagados a nivel internacional.

En relación con la norma 461, se espera que el próximo año unas 70 empresas de tamaño mediano presenten sus memorias, en adición a las ya reportadas. Este desafío es relevante, ya que estas empresas cuentan con sistemas de reportería menos desarrollados en comparación con las grandes corporaciones, lo que exigirá un esfuerzo significativo para cumplir con dicha divulgación. Además, se vislumbra la necesidad de abordar próximamente el nuevo estándar global de divulgación de sostenibilidad recientemente promulgado por el ISSB.

Por último, a pesar del relevante aumento en el porcentaje de mujeres en los directorios en los últimos años, persisten brechas significativas en comparación con los países de la OCDE. El año pasado, el Ejecutivo presentó un proyecto de ley que establece una cuota del 40% de mujeres en los directorios de las sociedades anónimas abiertas. Asimismo, este año se aprobó la ley que sistematiza los delitos económicos y los atentados contra el medio ambiente, elevando el estándar para los directorios, quienes deben continuar mejorando en el desarrollo de programas de compliance robustos.

Es crucial avanzar con rapidez para afrontar estos desafíos, permitiendo así que las empresas chilenas se integren plenamente al mercado de capitales global.

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