¿Tocamos Fondo?

Tomás Izquierdo

Malas cifras de IMACEC, aumento en el desempleo, expectativas económicas por el suelo y el Banco Central, que normalmente prescinde de temas políticos, en boca de su presidente comenta: "Debemos pensar con especial cuidado cómo lo afectan (el crecimiento) las distintas políticas que se adopten, y privilegiar aquellas que lo fortalecen". A su vez revisó a la baja el crecimiento potencial y tendencial, a 2,5%y 3,2%, respectivamente, y advierte que la economía chilena crecerá durante cuatro años a una tasa promedio en torno al dos%.

Si bien el costo político asociado a lo anterior es inevitable, porque se haga lo que se haga de aquí a las elecciones parlamentarias y presidenciales del próximo año la economía aún no mostrará un repunte significativo, sobre todo en materia laboral, es tranquilizador que la tesis refundacional, liderada por los llamados auto-flagelantes de la antigua concertación, cuenta cada vez con menos seguidores. Por el contrario, el panorama político comienza a perfilarse con un importante giro hacia la moderación, lo que se hace evidente en el escenario más probable para una segunda vuelta electoral, donde se enfrentarían Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, dos hombres eminentemente de centro, moderados.

Los distintos estudios de opinión reflejan nítidamente el rechazo mayoritario de la población hacia los proyectos de reformas emblemáticos liderados por este gobierno, como lo son el laboral, educacional, en sus distintas aristas, y la reforma tributaria. Es decir, el principal activo "institucional" de nuestro país no está en su clase política, como es obvio, sino en su sociedad civil, que rechaza los experimentos refundacionales, y favorece la gradualidad. En un error de diagnóstico en su origen, la Nueva Mayoría no ponderó adecuadamente la valoración de la población al modelo de desarrollo económico aplicado con tanto éxito en las últimas décadas, que permitió un tremendo avance en el nivel de ingreso y en la calidad de vida del grueso de las familias chilenas.

Se cuestiona el retraso para publicar los resultados de la última encuesta CASEN, bajo la sospecha de que no serían favorables para el gobierno. Con alta probabilidad sus resultados arrojarán un incremento en el porcentaje de pobreza además de un deterioro en las cifras de distribución del ingreso, como consecuencia del aumento en el desempleo, el deterioro en su calidad, con menos empleo formal y fuerte incremento en el empleo por cuenta propia, además de una baja en el número de horas trabajadas y fuerte aumento en la jornada parcial involuntaria. Como es obvio, este deterioro en la calidad del empleo afecta en mayor proporción a jóvenes, mujeres y trabajadores de baja calificación en general, lo que junto con el impacto del alto nivel inflacionario de los dos últimos, termina por deteriorar los indicadores de pobreza y distribución.

¿Cómo Seguimos? Hay elementos positivos y negativos al momento de hacer un pronóstico sobre el futuro de nuestra economía. Entre los primeros, el capital político del gobierno para perseverar en reformas de importancia se encuentra agotado. La probable elección de Lagos o Piñera será favorablemente internalizado por el mercado y, más temprano que tarde, en el precio de los activos y en el relanzamiento de la inversión. En el debate electoral presidencial, el tema de recuperar el crecimiento económico será central, y el candidato que pase a segunda vuelta por parte de la centro izquierda, probablemente Lagos, tendrá que cargar su discurso hacia el centro, si quiere quitarle espacio electoral a Piñera, por lejos el más probable candidato de la centro derecha.

En lo negativo, la inercia negativa durará un tiempo. El deterioro en el mercado laboral y el daño a las expectativas económicas de las familias está en progreso, lo que profundizará un impacto negativo sobre el consumo, afectando el crecimiento del sector servicios de la economía, el que en la práctica ha estado compensando la importante caída que arrastra el sector exportador. De ser así, los números de actividad no repuntarán en los próximos meses, retrasando una mejoría de las expectativas empresariales y un eventual proceso de recuperación de la inversión.