Incentivos tributarios a la clase media

El jefe de la bancada de Renovación Nacional, el diputado Cristián Monckeberg, ha planteado al Ejecutivo la necesidad de incluir en el próximo mensaje presidencial del 21 de mayo una serie de anuncios que incentiven y premien la contribución que realizan, normalmente con gran esfuerzo y sacrificio, las familias de clase media a la creación de capital social del país.



El planteamiento, que ha sido esbozado con anterioridad por exponentes de distintas sensibilidades políticas, se hace cargo de una preocupación transversal que tiene un profundo trasfondo y que no puede ser vista como una aproximación oportunista o con fines electorales.

En Chile, la clase media es un segmento amplio dentro de la arquitectura social, un grupo que hace una gran contribución tributaria y que en paralelo debe solventar con sus ingresos gastos proporcionalmente importantes si aspira a acceder a servicios de salud y educación de calidad o a un activo familiar esencial como es la vivienda.

De ahí que sea del todo razonable que el Estado considere seriamente la opción de facilitar la vida a estas familias, ya que ello redunda en beneficios sociales importantes. Personas más educadas, más sanas, matrimonios que sientan que tener hijos no es una carga inmanejable, son cuestiones que tienen un impacto positivo y que redundan en progreso y bienestar general. Mucho se ha hablado de tendencias demográficas preocupantes, del costo en competetitividad que de un capital humano sin una adecuada formación o con altas tasas de morbilidad. Tal vez con medidas como éstas se puede dar un paso relevante que permita abreviar y, tan importante como eso, alivianar la senda al desarrollo.