Inversión extranjera e institucionalidad

La inversión extranjera autorizada a abril totaliza más de 44% del monto registrado en 2011, por lo que en el Comité de Inversiones Extranjeras ya habla de un récord. Así, en los primeros cuatro meses del año, este ítem escaló hasta 
US$ 6.109 millones.

Sin duda una buena señal, pero que a la vez impone nuevos desafíos como son el de atraer mayores recursos, inversionistas de países distintos a los tradicionales, y aumentar la inversión de grandes potencias como China.

Sobre esto dos puntos a destacar. El primero es que la nación asiática ha dejado de manifiesto el interés que despierta América Latina para concretar inversiones. Después de Brasil, los chinos identifican a Chile como su segundo socio comercial en la región, por lo tanto la principal tarea es la de captar más de esos capitales. El embajador de Chile en China, Luis Schmidt, señalaba a este diario que los chinos reconocen a nuestro país como una nación ordenada, con una legislación acorde, pero que hay cosas que no entienden, como el sistema de concesiones y el de licitaciones. Dado este antecedente, y sin desmerecer el esfuerzo hecho por el Comité de Inversiones Extranjeras, queda claro que la tarea por delante aún es grande.

El segundo punto se relaciona con las condiciones de estabilidad que Chile ha ofrecido a la inversión extranjera. Dado que la mayoría de los grandes inversionionistas ven a la región como un todo, el anuncio de Argentina de expropiar un 51% de YPF que está en manos de la española Repsol es una señal de alerta para Chile, dada la obvia inquietud que sentirán los inversionistas foráneos respecto a la institucionalidad dentro de Latinoamérica.