Un intercambio de opiniones protagonizaron a inicios de esta semana el ex mandatario Ricardo Lagos y el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz. El tema que alentó el debate fue el de la judicialización de los proyectos de inversión, respecto del cual el ex mandatario presentó un juicio crítico, al apuntar que se aprecia una excesiva presencia de la justicia en las tramitaciones, lo que en la práctica deriva en que virtualmente "los tribunales terminan siendo los que administran el país".
Si bien la imagen gráfica usada por el ex presidente Lagos tuvo la inmediata respuesta del titular del Poder Judicial, quien hizo ver que hoy no hay ningún proyecto de inversión paralizado por orden de los tribunales, el debate de fondo implícito merece ser desplegado en el país, porque existe cierto consenso en cuanto a que la tramitación de iniciativas de inversión en el país muchas veces resulta trabada por recursos a la justicia y otras instancias, que demoran años trámites que se podrían zanjar más expeditamente.
De ahí que la propuesta de crear instancias previas de conversación entre las partes que eviten llegar al litigio cobre relevancia. Sistemas de relacionamiento y participación ciudadana temprana (voluntaria u obligatoria) son formas específicas que se han planteado, incluyendo incluso la opción que dichos contactos se establezcan en las fases de prefactibilidad.
Modelos como el mencionado y otras propuestas que, por ejemplo, buscan sancionar la "industria" de la judicialización o el abuso del litigio por parte de abogados, deben ser considerados, para evitar que el proceso de inversión se vea trabado por ineficiencias formales o abusos, con alto costo para la economía.