Positivas señales sobre la economía chilena

Una serie de antecedentes sobre el comportamiento que exhibieron durante febrero último distintos sectores de la economía chilena dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).



La lectura general no permitió equívocos. Acorde con el planteamiento de autoridades y agentes del mundo privado, los resultados observados en el terreno de las ventas del comercio, de la producción minera e indutrial y la generación de energía, entre otros, corroboraron que la actividad local avanza en mejor forma que la prevista hacia fines del año pasado.

Esto último ya lo anticipó el Banco Central hace unas semanas, cuando decidió mantener la tasa de interés a la luz no sólo del mayor riesgo de inflación, sino que también -como lo evidenció su comunicado- en respuesta a que la evolución de la actividad económica y la demanda interna está por encima de lo proyectado en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre.

Coherente con este escenario, las expectativas apuntan a que la autoridad monetaria ajustará al alza sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, que en diciembre las situó entre 3,75% y 4,75%.

Hoy en el mundo privado, de hecho, la mayoría está más alineada con el tramo superior y, por ende, asume que se terminaron las bajas en la tasa de interés.

No obstante lo anterior, lo que a veces pareciera desaparecer de los análisis es la constatación de que el escenario económico internacional sigue siendo complicado. Es posible que se haya salvado el riesgo de una catástrofe en Europa, pero al mismo tiempo es evidente que se requieren soluciones más de fondo.