Expectación oficialista por eventual declaración de Dávalos

Aunque no ocurrirá en los próximos días ni existe una fecha establecida, la sola idea de que Sebastián Dávalos tenga que declarar ante la fiscalía por el polémico caso del crédito pedido a Banco de Chile, inquieta a la mayoría de quienes componen la coalición de gobierno.

La posibilidad de que la escena ocurra surge luego de que, ayer, tuviera acogida la denuncia que hizo RN -acusando negociación incompatible y violación de secreto en el caso que protagoniza Dávalos-, y ante la alta probabilidad de que también se acepte la que realizó la UDI –en la que se solicita citar a Dávalos a declarar como una de las diligencias de la investigación-.

De entre los resquemores que existen en el oficialismo, uno de los más compartidos es la posibilidad de que la imagen de Dávalos en la fiscalía acentúe el impacto negativo que el caso ya ha ocasionado sobre la Presidenta y que, dicho suceso, sea además reproducido por todos los medios extranjeros, arrastrando el escándalo hacia el centro de las miradas en el continente.

Sin embargo, hay quienes en la Nueva Mayoría le restan importancia al hecho, argumentando que una eventual declaración del hijo de Bachelet sólo ayudaría a "constatar con mayor rapidez que no existe un delito". En esta línea, señalan que la estrategia desde el bloque es bajarle el perfil al caso insistiendo en posicionar la idea de que las denuncias de la Alianza no tendrían asidero jurídico.

Otra preocupación generalizada entre algunos en el bloque, es que la relación entre la Presidenta y su brazo derecho, el ministro del Interior Rodrigo Peñailillo, se deteriore como consecuencia directa del caso.

Peñailillo, que fue quien asumió el manejo comunicacional desde que estalló el conflicto, optó por concentrar en Dávalos toda la responsabilidad, apostando por blindar la imagen del gobierno y de la Presidenta.

Desde la NM afirman que Dávalos y Peñailillo "se llevan pésimo", más aún después de lo acontecido. Por eso algunos especulan que aquello podría afectar también los lazos entre Bachelet y el jefe de gabinete.