Fue diputado de la UDI por dos períodos, pero al salir de la Cámara no dejó la política. El abogado y ácido columnista Gonzalo Arenas tiene una mirada crítica acerca del comportamiento que su sector ha tenido los últimos 50 años. Y plasmó su tesis en un libro que publicó a fines del año pasado, "Virar Derecha", que aparentemente no cayó muy bien entre sus pares de la Alianza.
En conversación con DF repasa los casos Penta y Dávalos -renuncia incluida- y hace un duro análisis del diagnóstico con que la UDI ha enfrentado el escenario que configuran ambos conflictos.
-¿Cómo supera la UDI la crisis que le provocó el caso Penta?
-Hay algunos dirigentes que aún piensan que es sólo un problema comunicacional y que se puede salir exclusivamente tratando de cambiar la agenda. Pero el daño no sólo afecta la imagen pública, sino la relación entre el electorado de centroderecha y la UDI. Por eso creo que anuncios como la nueva coalición de la Alianza buscan un fin mediático de cambiar la agenda, pero es un intento bastante ridículo, porque no asume la profundidad del problema que afecta a uno de los pilares de la UDI: El sentido popular del partido.
-¿Qué se debería hacer?
-Ahí estoy más en la línea de Hernán Larraín: Hay que hacer un repaso profundo, no sé si llegar al extremo de refundar el partido o cambiarle el nombre porque es como mucho, pero sí tener una discusión de fondo sobre qué entendemos hoy día por el triple perfil de la UDI: Libertad, inspiración cristiana y popular. En ese tema es esencial tener una reflexión y discutir cómo vemos una UDI 2.0.
-Algunos han criticado que Sebastián Piñera no se haya pronunciado sobre del caso Penta, ¿qué le parece?
-Si él siente que no tiene nada que decir lo respeto. No veo que sea un tema del cual él deba hacerse cargo, la que debe hacerse cargo del tema Penta es la UDI y tratar de chutear la responsabilidad a otros no tiene mucho sentido.
-Siguiendo esa lógica, Piñera ¿tampoco debería opinar del caso Dávalos?
-No soy de la prensa de Sebastián Piñera, si él estima que es bueno involucrarse o no, no lo sé. La UDI y los partidos de centroderecha sí tienen algo que decir y no pueden sentir que no tienen autoridad moral por el caso Penta, porque las cosas incorrectas lo son siempre y las puede denunciar cualquiera. Tampoco creo que sea un empate, porque el tema Penta tiene mucho más entidad, en el sentido de afectar la credibilidad de un partido político entero. Y en ese sentido, espero que los dirigentes de la UDI no crean que el caso Dávalos puede ser LA forma de salir del caso Penta, porque sería un error.
-Lo que se percibe es que la UDI, desde antes del caso Dávalos, busca una fórmula para empatar a tal nivel que le permita salir de su propia crisis.
-Por eso lo que decía, el gran error es creer que éste es un problema comunicacional y que cambiando el foco se podría salir del caso Penta, porque puede dejar de ser noticia, pero el daño está hecho y se va a ver en el mediano y largo plazo. De hecho, ya se ve en las encuestas y no asumirlo como un tema de fondo es un error grave.
-¿Qué le parece la renuncia de Dávalos con petición de perdón de por medio?
-Me parece bien, lo tuvo que haber hecho desde el primer día. Pero sigue quedando en duda el tema de fondo, porque el crédito que él obtuvo no fue por ser el director cultural de La Moneda, sino porque es el hijo de la Presidenta. Por lo tanto, queda ver si efectivamente la Presidenta sabía sobre estas gestiones y en qué contexto Dávalos participó prácticamente como aval de su señora en la reunión con el señor Luksic.
-¿Tras esta renuncia cómo queda la Presidenta Michelle Bachelet?
-Salvó los efectos negativos más inmediatos, pero aún queda muy cuestionada, porque se entiende que hay familias privilegiadas en política y en materia económica y la familia Bachelet sería una de ellas.
-¿La UDI debería sancionar a los involucrados en el caso Penta?
-No. Lo prudente es esperar la investigación judicial. Porque cada uno tiene derecho a defenderse y dar sus explicaciones y sería malo que la UDI prejuzgara sin tener antes todos los antecedentes del caso.
-Pero la UDI prejuzga respecto de otros partidos, pide renuncia de ministros, pidió la de Dávalos.
-Esos son algunos dirigentes, pero los partidos deben crear una cierta mística, un cierto espíritu de grupo...
-La Alianza ha tomado varias medidas, entre otras, oficios a la Contraloría, Sbif, comisión investigadora, Ministerio Público ¿cree que se está haciendo lo correcto?
-Sí, se está haciendo lo que se debería hacer. Lo que cuestiono es la intencionalidad. Si es sólo buscar empatar y tratar de salir del caso Penta, está mal planteado. Si están realmente preocupados de que la institucionalidad funcione y no haya tráfico de influencia está bien.
-¿Comparte la tesis de que las municipales deberían ser el punto de inflexión para que la UDI salga de la crisis Penta?
-No, porque tienen una dinámica especial. El punto de inflexión va a estar dado por las próximas parlamentarias y presidenciales, porque vamos a competir sin binominal y ese va a ser un escenario totalmente inesperado. Lo que sí creo, mirando a la centroderecha en general, es que con el fin del binominal, por primera vez, puede ser viable que surjan más partidos, uno de inspiración socialcristiana y otro más liberal, lo que se puede estar configurando con movimientos jóvenes como Solidaridad de la Universidad Católica u otros así, que pueden construir algo distinto. Porque la centroderecha ya tiene un techo y no alcanza. Y en eso la UDI tiene que ceder un poco su ambición constante y hegemónica.
-¿Cómo afecta a la UDI que el ex senador Jovino Novoa esté involucrado en el caso Penta?
-Jovino Novoa siempre va a ser un referente en la UDI y siempre va a tener la admiración de muchos, incluyendo la mía. Fue un gran político, un gran senador, hizo mucho por la UDI y es injusto lo que está ocurriendo con él. Si bien puede afectar, la UDI perdería más que ganaría tratando de alejarse de su figura, porque siempre va a ser un referente para el partido.
-¿Comparte la forma como la directiva ha manejado el caso?, porque al interior de la UDI se ha criticado.
-A cualquier directiva con cualquier estrategia le habría pasado lo mismo. Porque esta ola es muy grande como para que no bote a cualquiera. Lo que sí es un error es el diagnóstico que hace de que esto es sólo un problema comunicacional y que se trate de sobrepasar el tema tratando de cambiar la agenda de medios.
-¿La desafección con la derecha que revelan las encuestas se debe sólo al caso Penta?
-Ahí hay algo más de fondo. Nosotros no hemos ido evolucionando con los tiempos. Todavía hay un tema con el gobierno militar, con los derechos humanos, con el sistema democrático que defendemos. Si lo hubiéramos hecho en forma inteligente, habríamos discutido el binominal mucho antes y conseguido un sistema electoral mucho más justo que el que se aprobó. También ciertas reformas constitucionales, temas como el de los pueblos indígenas o qué entendemos por libertad económica. Todas elaboraciones que la UDI necesita y no se hacen porque cualquier paso más allá de lo que ha sido el guion, desde el regreso a la democracia, es poco menos que traicionar al partido y esa visión tan de regimiento no va acorde con lo que el país demanda.
-El gobierno de Sebastián Piñera, ¿aportó a la UDI?
-No, porque la UDI se diluyó en el gobierno y las personas que trabajaron en él hoy día son más piñeristas que UDI. Fue un gobierno gerencial y dio muy poco espacio a proyectos políticos más de largo plazo. De hecho, se vio en que después de haber llegado al gobierno, tuvimos el peor resultado electoral de la centroderecha de los últimos 25 años. Eso demostró que políticamente fue un mal gobierno y el aporte de la UDI fue irrelevante. Sólo aportamos con figuras que ahora están más preocupadas de la campaña para reelegir a Piñera que de consolidar a la UDI.
"Piñera va a ser candidato en todas las elecciones de aquí hasta que se muera"
-Uno de los compromisos de la nueva mesa era hacer el cambio generacional a todo nivel, lo que incluía candidatos. Pero algunos de los nombres para las municipales son los de Evelyn Matthei, Andrés Chadwick y Joaquín Lavín, entre otros por el estilo. No parece mucho recambio, ¿O sí?
-Ese fue un segundo gran error que dio un poco de vergüenza, en el sentido que son los mismos que han estado durante 20 años. Y de una directiva más joven uno hubiera esperado más audacia y no recurrir a los mismos parches de siempre. Eso sí es un error grave y para una directiva que quiere renovar la UDI es una pésima señal.
-¿Cómo evalúa el escenario presidencial?, considerando siempre que Sebastián Piñera es la carta mejor posicionada de la derecha.
-La derecha siempre va a tener que jugar con el factor Piñera. Sebastián Piñera va a ser candidato a la presidencia en todas las elecciones presidenciales de aquí hasta que se muera. Alguna vez irá con la Alianza, otras veces independiente, otras irá contra la Alianza, pero va a ir siempre que él piense que hay una posibilidad de ganar. Y, por lo tanto, al Alianza tiene que ver si se va a constituir en una especie de partido que apoya a un caudillo, que es lo tradicional en la centro derecha -lo hicieron con Alessandri y con Piñera la primera vez-, o realmente vamos a construir una coalición de partidos políticos que tenga peso, que no sólo sea la cola del tren de Sebastián Piñera.
-¿Qué tiene que decir la UDI en esto?, porque RN tiene varios aspirantes, la UDI ninguno.
-Si la UDI no es capaz de levantar un candidato propio, o al menos un precandidato para la próxima elección presidencial, sería un gran fracaso. Aferrarse exclusivamente al nombre de Sebastián Piñera demostraría que la nueva directiva no fue capaz de cumplir ninguno de sus objetivos. Por eso es tan malo el mensaje de los candidatos municipales, porque significa que se va siempre a lo más fácil, que es ir a los nombres conocidos; y, por supuesto, lo más fácil va a ser apoyar de nuevo a Sebastián Piñera. Y hoy día la UDI no está para soluciones fáciles, sino para soluciones arriesgadas, está para propuestas audaces, para dar saltos. Esa es la gracia de tener una directiva joven, nueva, sin los compromisos de las anteriores. Y, por lo tanto, si no se juega esa ficha, que es la única atractiva de la actual directiva y la actual generación de la UDI, significa que no tuvo ningún sentido haber cambiado a los coroneles.
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