El voto evangélico ha copado la agenda de la última semana. Tras la visita de Evelyn Matthei a la Catedral Evangélica -donde se conmemoraron los 100 años de ese edificio- y en que la abanderada oficialista se comprometió a que en su eventual gobierno “no se realizaría nada que vaya en contra de la Biblia”, ayer fue el turno de la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, quien se juntó en su comando con jóvenes profesionales cristianos evangélicos que le entregaron su apoyo de cara al 15 de diciembre.
Tras la reunión, la candidata de la Nueva Mayoría recalcó que “el pueblo evangélico me conoce. Conoce del trabajo conjunto que hicimos cuando yo era ministra, cuando era presidenta de la República y saben de mi compromiso con el trato igualitario y el respeto a todas las creencias”. Por ello, agregó que en su futuro gobierno continuará trabajando en la misma línea: “Abriendo espacios para las iglesias evangélicas”.
La ex mandataria aprovechó la ocasión para respaldar que un Estado laico como el que tiene Chile debe respetar el ejercicio libre de la espiritualidad de todas las iglesias. En ese sentido, manifestó que “la libertad de conciencia existe y seguirá existiendo (...) El Estado y esta candidata no van a obligar a ninguna iglesia ni persona a que haga nada que vaya contra su conciencia. Y también somos especialmente respetuosos con los símbolos y signos de quienes profesan alguna fe en particular”, planteó la candidata que lideró la primera vuelta presidencial.
En ese sentido, reiteró que su proyecto de una nueva Constitución para Chile garantizará la libertad de conciencia, la libertad de culto e igualdad de trato para todas las iglesias, lo que “tiene implicancias directas para el pueblo evangélico en la participación en las políticas públicas, en la administración de sus bienes, en materia de reconstrucción y reparación de templos, en educación y en el área de las capellanías entre otros”.
Además, la abanderada presidencial reiteró que su gobierno avanzará en una nueva Ley de Culto, que “termine con discriminaciones, como es el caso de las iglesias que ya tenían personalidad jurídica de derecho privado y que no pueden ser hoy de derecho público”.
En la reunión también se abordaron temas como la modificación al sistema de tributos para las iglesias evangélicas, la falta de recursos para la reconstrucción de templos deteriorados a causa del terremoto de febrero de 2010, el principio de no discriminación en la enseñanza a los distintos cultos religiosos y la igualdad de condiciones en la que deben operar las distintas capellanías en el país.
Finalmente, Bachelet valoró el apoyo de los profesionales evangélicos y les pidió “avanzar en una sociedad que sea cada vez más abierta, diversa y plural”, añadiendo que “así es como queremos Chile: respetuoso y con capacidad de diálogo. Esa es la naturaleza de nuestro proyecto, esa es la vocación de la propuesta que hemos construido participativamente a lo largo de todo Chile y donde también el pueblo evangélico ha estado presente”.
"No hay ninguna épica que haga que la gente tenga ganas de votar, el riesgo que gane la derecha no existe"
Ex ministro Carlos Ominami
y asesor del ex presidenciable, Marco Enríquez-Ominami
- ¿Fue un error de Bachelet plantear un triunfo en primera vuelta?
- Lo dije, todo este esfuerzo tenía algo de soberbio y algo de ceguera. Cuando le dices a la gente "hagamosla cortita" le estás diciendo a todas las fuerzas alternativas que su participación no importa, que querían resolver esto con total prescidencia del resto. Quedó en evidencia que la Nueva Mayoría es relativa, que el 50% del país está fuera y que hay cerca de un tercio de electores que no votan por el duopolio. Entonces, no se crearon las condiciones para la segunda vuelta, jugaron todas las cartas en primera y hoy tienen un serio problema de motivación y participación de la gente.
- ¿Puede que los votantes de ME-O respalden a Bachelet?
- Para nosotros sería muy motivante todo el tema de Nueva Constitución y Asamblea Constituyente, pero veo que las indefiniciones se mantienen en ese comando y que no hay niguna épica que haga que la gente tenga ganas de votar. Un argumento habría sido el riesgo que gane la derecha, pero ese riesgo no existe.
- ¿Y la coincidencia programática no es suficiente para la segunda vuelta?
- No, porque tenemos serias dudas respecto de la capacidad de esa coalición, que no es una gran mayoría social y política, de cumplir con esos compromisos. Hoy veo las declaraciones de Zuñiga de que quieren un gran acuerdo con RN y eso lo que va dar son algunas reformas constitucionales adicionales del tipo de las de 2005. Eso realmente no nos convoca.
- Ud. dice que la Nueva Mayoría no es tal ¿qué significan los doblajes?
- Es una correlación de fuerzas más favorable de la que se tuvo en el pasado, pero la nueva mayoria es social, tiene que ver con los estudiantes y hay mucha gente que mira esto con escepticismo.
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