Si la presidenta electa Michelle Bachelet tendrá en este, su segundo período como gobernante, un segundo piso como lo tuvo en su anterior paso por La Moneda (2006 -2010), es una incógnita que aún está por resolverse, toda vez que aún quedan designaciones por definir y aún resta más de un mes para que se instale en palacio.
No obstante en un primer análisis todo indica que de convocar a un equipo que se constituya en el segundo piso, éste no tendría el mismo perfil, ni el carácter “estratégico” que tuvo la vez pasada, así como en las administraciones de la Concertación. Y es que buena parte de quienes se podría haber pensado iban a formar parte de ese grupo, ya está instalado en “plenitud” en su futuro gabinete.
Así las cosas, Rodrigo Peñailillo, ex jefe de gabinete, fue designado ministro del Interior; Francisco Javier Díaz, ex jefe de contenido y quien le escribía los discursos a la mandataria, será el futuro subsecretario del Trabajo; y Marco Robledo, otrora asesor de política internacional será el próximo subsecretario de Defensa.
De ahí que cercanos a la futura jefa de Estado desde ya descarten la idea de que exista “un segundo piso” como los hubo en el pasado y como el que tuvo ella misma.
De acuerdo al “diseño” que se hizo del gabinete entrante, dicho grupo de asesores tendrán un rol más bien “básico”, preocupado de los temas de contenido y del despliegue territorial de la mandataria, más que de la “policy” y la administración de las políticas públicas.
Es más, otro personero de la Nueva Mayoría y conocedor del funcionamiento del entorno de la mandataria, comenta que “un segundo piso” por sobre el mismo Peñailillo es “impensable” y que la apuesta sería más bien convocar a un grupo de asesores a cargo de ciertas áreas que, a su vez, “trabajarán para el jefe de gabinete”. En ese esquema se inscribiría -según trascendió- quien fuera el jefe de gabinete del titular del PPD, senador Jaime Quintana, Alberto Espinoza.
La mirada de los analistas
Desde la vereda de los analistas, coinciden en el hecho de que con este diseño del gabinete no se justificaría la existencia de “un segundo piso” como los hubo en el pasado.
Al respecto el director ejecutivo de la encuesta Adimark GFK, Roberto Méndez, advierte que “el segundo piso se trasladó al gabinete, que es donde está el círculo de confianza de la presidenta, entonces, no tendría sentido crear otro centro de asesorías diferentes”.
Por lo mismo augura que de constituirse este grupo de asesores, éste será “mucho más débil y probablemente con un trabajo más técnico”, pero no sería “como el gran centro de poder que ha sido desde el gobierno de (Ricardo) Lagos en adelante”.
De ahí que este experto también descarte que en un eventual segundo piso sean incorporados aquellos personeros de la Nueva Mayoría que “sonaron” para integrar el gabinete como los PS, Camilo Escalona o Ricardo Solari, entre otros, subrayando que eso “sería crear una fuente de conflicto, porque habrían dos centros de poder”, en un escenario en que el grupo de ministros y subsecretarios constituye desde ya un “conjunto muy sólido”.
Por el contrario, el sociólogo y académico de la U. de Santiago, Alberto Mayol, es de los que cree que habrá un segundo piso porque “en la lógica de gobierno de Michelle Bachelet ese grupo de asesores es importante”, dice.
En ese contexto el analista repasa las últimas designaciones hechas por la mandataria advirtiendo que “faltan nombres”, aludiendo a algunos asesores que estuvieron colaborando con la futura mandataria y que no figuran en “la primera línea”, como los asesores comunicacionales Robinson Pérez y María Angélica Álvarez, más conocida como Jupi. Ésta última en la anterior administración de la mandataria electa, también integró el llamado segundo piso, desempeñándose como jefa de programación.
Interior versus segundo piso
Desde otra perspectiva el decano de la Facultad de Gobierno de la UDD, Eugenio Guzmán, se pregunta “¿qué tan necesario es un segundo piso en un contexto en que el eje central sobre el cual se diseñó el gabinete es básicamente la confianza más que las capacidades negociadoras o las redes que puedan tener sus miembros?”.
En ese sentido, el experto advierte que en el actual gobierno de Sebastián Piñera, el segundo piso “no tuvo el carácter estratégico”, que habían tenido estos asesores en el pasado y en el caso de Bachelet “cuesta creer que ese segundo piso sea independiente de lo que se haga en el ministerio del Interior”.
Es decir, que “el hombre del segundo piso, que en algún momento dado fue Rodrigo Peñailillo, sea el ministro del Interior, uno esperaría que desde ese ministerio vaya operar este segundo piso, pero no como una entidad al margen como fue en otros períodos”.
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