Economía argentina vuelve a expandirse en marzo y deja atrás 19 meses seguidos de caídas

La economía argentina comienza a levantar cabeza, afectada no solo por la pandemia sino también por el estado de default en que se encuentra hace varios años y que la tiene en constantes negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La actividad trasandina, medida por el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), anotó una expansión de 11,4% en el tercer mes del año, dejando atrás 19 meses de bajas consecutivas en la medición interanual. De esta manera, es el primer avance que registra desde julio del 2019.

El dato global del EMAE es superior al consenso de los analistas consultados por Reuters, que preveían un crecimiento anual de 9,2% en el tercer mes del año.

Acorde al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el indicador anotó una baja de 0,2% en la medición desestacionalizada respecto a febrero, menor a la merma de 0,9% del mes anterior.

Con relación a igual mes de 2020, ocho de los sectores que conforman el EMAE registraron aumentos, destacándose el alza de Pesca (59,2% en doce meses), Construcción (44,1%) e Industria manufacturera (28,9%).

La industria manufacturera fue además el sector económico de mayor incidencia positiva en el nivel general, destacó el Indec, seguido por el Comercio mayorista, minorista y reparaciones (23,3%).

Por otra parte, Hoteles y restaurantes (con una baja de 22,3%), Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-3,4%) y Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-2,8%) lideraron las caídas en la comparación interanual. En conjunto, estos tres sectores incidieron negativamente en 0,5 puntos porcentuales en el nivel general, destacó el ente estadístico argentino.

El repunte de la actividad se relaciona también con la débil base de comparación, ya que en marzo del año pasado el EMAE se contrajo un 11,1% en medio del inicio de las restricciones severas a la movilidad para contener el Covid-19. Al mes siguiente se materializó la caída más acentuada de la economía trasandina en el período, con un desplome de 25,4% en abril y de 20% en mayo.