Pandemia, inversión y protección social: los grandes desafíos de la próxima presidencia de Perú

Este domingo los peruanos deberán votar por Pedro Castillo (Perú Libre) o Keiko Fujimori (Fuerza Popular) para presidir el país. Quien triunfe en las urnas se convertirá en el quinto mandatario en cinco años, recibirá el país con la mayor tasa de mortalidad por Covid-19 del mundo, y con un inédito desplome económico en 2020, cuando la actividad cayó 11,1%.

Como en todo proceso electoral de estos tiempos, tanto el manejo de la pandemia como la economía se han convertido en temas clave durante la campaña presidencial.

Pero, los programas de los candidatos han abierto el debate sobre aspectos fundamentales del sistema económico, como la eliminación o permanencia del sistema de AFP, la revisión de los tratados de libre comercio, la modificación de la Constitución y la creciente participación del sector público.

Todo esto, enmarcado en un profundo cuestionamiento o defensa al modelo actual, que se evidencia en la propuesta de Castillo de elaborar una nueva Constitución, y en la defensa a la misma de Fujimori.

Cuando quien triunfe este domingo asuma la presidencia el 28 de julio, las prioridades deberán ir en línea con los temas de campaña. Para los economistas es un consenso que controlar el avance del Covid es clave para la reactivación económica y, en eso, seguir adelante con el plan de vacunación es fundamental.

Además, los actores coinciden en que es necesario generar empleos de calidad. La presidenta del Instituto Peruano de Acción Empresarial (IPAE), Elena Conterno, explica que ambos candidatos proponen programas de empleo temporal para paliar la crisis, pero afirma que “la única manera de crear oportunidades sostenibles es con inversión privada, y eso es un reto grande, porque se necesita tener las condiciones que realmente lleven a invertir en ese proceso”.

En línea con la exministra de Producción del país, el director del Área de Economía de la Escuela de Dirección (PAD) de la U. de Piura, Juan José Marthans, precisa que es necesario impulsar la inversión sobre todo en sectores como el minero y agroexportador, y advierte que “si se desalinean las condiciones que se le ofrece, por ejemplo, al segmento extranjero, ello podría ser un punto en contra de nuestra recuperación económica”.

En un país en que la inversión privada representa cerca del 80% de la inversión, el presidente de la Asociación de Bancos del Perú, Martín Naranjo, defiende que “impulsarla requiere de reglas claras, baja incertidumbre en el manejo económico, además de estabilidad política”. Por lo mismo, señala que el próximo gobierno “debe seguir mejorando la regulación que afecta el entorno de negocios, y especialmente, se deben reforzar las capacidades del Estado”.

Liderazgo estatal

Otro consenso es que se requiere implementar reformas estructurales al sistema de protección social, o sea al mercado laboral -70% informal-, el sistema previsional, la salud, educación e infraestructura.

“Lo que está pidiendo la ciudadanía es un mejor Estado; eso sin duda es algo que hay que abordar, y ahí se requiere liderazgo y claridad técnica”, afirma Conterno, quien lamenta que “el Estado peruano no ha estado a la altura”.

El gerente general de AFP Integra, Aldo Ferrini, plantea que “en el país “hay muchas críticas a las AFP, que podemos haber cometido un montón de errores, pero como sociedad nos tenemos que preguntar si es que queremos tener un sistema de pensiones”.

Así, señala que “la llegada de cualquiera de los candidatos exige una reforma con el nuevo Congreso”, y defiende que “la propiedad de los fondos tiene que ser del ciudadano que hace su aporte todos los meses para su pensión. Me preocupa mucho hacia dónde vaya el plan o la reforma de pensiones en un eventual gobierno de Perú Libre”.

Pese a que la agenda de transformaciones es ambiciosa, Marthans -exsuperintendente de Banca y Seguros- precisa que “lo que no debemos hacer es reformas inadecuadamente diseñadas porque eso es similar a no hacer nada”, y sugiere que “es necesario proceder con reformas en nuestra estructura para disponer de un mayor impulso y sostenibilidad de la dinámica productiva y social”.

Y, ante todas estas reformas, las finanzas públicas están al centro. De hecho, quien asuma la presidencia deberá volver a trazar el camino a la sostenibilidad fiscal, manifiesta Conterno.