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Alfredo Moreno: el mateo que busca renovar la cara al empresariado

Historia, caballos e integrante de “Toercrumo”. Esas son algunas de las pistas para descifrar al actual timonel, cuya historia está marcada por la muerte de su padre.

Por: Karen Peña C. | Publicado: Viernes 31 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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“No sólo me dijeron que el trabajo era pesado, esto también es pesado”, fue una de sus primeras palabras al recibir ayer la estatua que entrega la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) al presidente electo. Con un ingreso sigiloso a la casona de Sótero Sanz, sin proclamaciones y ostentando más medallas empresariales -incluso políticas- que gremiales, Alfredo Moreno Charme aterrizó ayer en una pista desconocida, pero que -según sus cercanos- sabrá controlar.

Aptitudes no le faltan. Ser puntaje nacional, obtener el premio al “Mejor Ignaciano” y graduarse con distinción máxima de ingeniero civil industrial de la Universidad Católica de Chile (1979) son algunas de las credenciales que lo harían un hombre culto, reflexivo y con los pies en la tierra, relatan quienes lo conocen.

Pero a Moreno no le impresionarían de sobremanera las personas inteligentes, ya que hay muchas. Más bien se queda con los personajes que además se demuestran humildes y sencillos. Y su elección no parece del todo antojadiza.

Su niñez estuvo marcada por la temprana muerte de su padre en 1970, Alfredo Moreno Aguirre, cuando el ex canciller sólo tenía 13 años. Próximos al actual timonel de la CPC, cuentan que el padre de Moreno tenía una particularidad, ya que tenía parte de su cuerpo quemado. Sin embargo, nunca se mostró abatido ni deprimido por su circunstancia, hecho que para su hijo se convirtió en un ejemplo de resiliencia y valentía, a pesar de que no faltaron los comentarios.

El fallecimiento del progenitor de Moreno fue clave en su vida. La favorable situación económica que ostentaba su familia en un buen sector de la capital cambió de la noche a la mañana, lo que gatilló hasta hoy una estrecha relación con su madre, Gloria Charme.

Algunos de sus amigos dicen que, a diferencia de lo que muchos podían suponer, el episodio de su padre lo formó y lo marcó positivamente. Le generó una profunda admiración al hombre de negocios que perdió la vida.

De hecho, Moreno lo recuerda en sus intervenciones públicas y lo hizo también al asumir la máxima cúpula empresarial al relatar la visión que tenía su progenitor de Chile.

Su paso por la universidad

La amistad también caló en el joven Moreno. Actuando casi como una “válvula de escape”, al aterrizar en el Campus San Joaquín, conoció un grupo de estudiantes con el que compartió largas jornadas de estudio, pero también los primeros “desórdenes juveniles”.

El grupo se denominó “Toercrumo” por los nombres de sus integrantes: Sergio Torretti, Max Errázuriz, Antonio Cruz y Alfredo Moreno. Lo que comenzó como una instancia de estudio, donde ocupaban como locación las casas de Torretti o Errázuriz, poco a poco se transformó en una amistad que hasta hoy los reúne al menos una vez al mes y algunas veces hasta con sus respectivas esposas.

De hecho, la celebración que tenían programada de los “240 años” se suspendió, por lo que el grupo dice tener solo “200”.

¿Las anécdotas del grupo? Muchas. Una de las más recordadas fue cuando obtuvieron la calificación más baja por “no poder levantarse” a rendir un examen que habían preparado durante todo el fin de semana. Incluso, “Toercrumo” fue capaz de oficiar de cupido cuando a una tía de Cruz le presentaron en una fiesta al que hoy es su esposo y padre de seis hijos.

Uno de sus amigos comenta que Moreno los instó a ser empresarios en sus intervenciones desde joven, lo que marcó a gran parte de su círculo cercano.

Más tarde vendrían sus múltiples cargos en directorios de diversas empresas e, incluso, su estadía como ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Sebastián Piñera entre 2010 y 2014. Y, además, su llegada a Penta, que según cuentan cercanos a la CPC, fue una de las vallas que postergaron su arribo con anterioridad a la casona de Sótero Sanz hasta ayer.

La conexión con sus hijos

Moreno, quien se casó con Ana María Echeverría, tiene cuatro hijos (Alfredo, Francisco, Felipe y Ana), con quienes comparte su pasión por el campo y los caballos.

Quienes lo describen, aseguran que Moreno también es un hombre que le gusta mucho la historia, tanto universal como nacional. Pero, en términos musicales, le gustaría “de todo un poco”.

Uno de los personajes que aprecia Moreno del mundo público por su sencillez y humildad es Ernesto Videla, diplomático y subsecretario de Relaciones Exteriores, a quien conoció cuando se desempeñaba en la Cancillería.

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