Reforma tributaria: informe de Jorratt hace duras críticas a las “frases notables” que se dijeron en la Cámara

Los doce meses de debate que tuvo el proyecto de reforma tributaria en la Cámara de Diputados dieron para todo. La discusión entre el oficialismo y la oposición se caracterizó por una patente polarizalición, en la que los primeros aseguraban que la iniciativa “impulsaría el crecimiento y la inversión, además de simplificarle la vida a las PYME”, mientras los segundos aseguraban que la reintegración del sistema impositivo “solo beneficiaba a los más ricos, aumentando la desigualdad”.

El exdirector del Servicio de Impuestos Internos (SII) Michel Jorratt, tomó nota de las “citas notables” que se emitieron durante el debate y trató de contrastarlas con los datos disponibles.

En una presentación realizada el viernes en un seminario organizado por la Asociación de Fiscalizadores del SII (Afiich) y la Asociación Nacional de Funcionarios del citado organismo (Aneiich), el ingeniero arremetió contra las aseveraciones del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, respecto a la integración.

Así, parte citando una declaración que el secretario de Estado reiteró durante el trámite: “Esta reforma tributaria restablece la equidad horizontal entre las rentas del capital y las rentas del trabajo, la que se perdió con la reforma de Bachelet”.

La equidad horizontal se refiere a que al mismo nivel de renta, dos contribuyentes paguen el mismo impuesto, independiente de si perciben ingresos del trabajo (salarios) o del capital (dividendos por participaciones en empresas). Con el sistema semi integrado, dicha equidad se “rompería” debido a que los socios de empresas parten pagando un 9,45% de sobretasa por el uso como crédito de solo el 65% de lo pagado por su empresa.

Jorratt argumenta que “por el contrario, la reforma restablece el trato preferencial a las rentas del capital”.

“Por definición, los sistemas integrados en base a retiros son horizontalmente inequitativos, pues un trabajador dependiente paga impuestos por sus rentas devengadas. En cambio, el empresario puede diferir una parte hasta el momento del retiro”, asegura el exSII del segundo gobierno de Michelle Bachelet, entre 2014 y 2015.

Críticas a la DC

Otra de las citas que incorpora Jorratt en su análisis es lo señalado por el presidente de la Democracia Cristiana (DC), Fuad Chahin, quien aseguró que “exigimos que el foco estuviera en las 900 mil PYME que generan el 80% del empleo y que nunca antes las PYME han tenido un régimen tributario más simple”.

El ingeniero señala que el aumento del tope desde 50 mil UF a 75 mil UF de ventas anuales para acogerse al Régimen Propyme solo incrementará la cobertura desde el 97,5% a 98,2% de las empresas del país; que el acceso automático y eliminación de restricciones por tipo de empresa o socios afectan solo al 1,6% de las PYME; y que liberar a dichas sociedades del pago del Impuesto de Primera Categoría y tributar directamente con el Global Complementario de su socio “ya existe en el 14 ter”.

También asegura que la propuesta realizada por el Ejecutivo de que el SII entregue un certificado de la situación tributaria a la empresa con la información que mantenga a su disposición y que sea “relevante” para facilitar su acceso al financiamiento “ya existe” en la actualidad y se denomina “carpeta tributaria.

Locales versus extranjeros

Uno de los argumentos que planteó Larraín para defender la integración del sistema es que se “discrimina” a los inversionistas locales en favor de los extranjeros, ya que los primeros solo pueden descontar hasta el 65% de lo pagado como impuesto a la empresa, mientras que los segundos gozan del 100% de dicho beneficio. Esto, como consecuencia de la semi integración.

“Esto no tiene nada que ver con el sistema semi integrado, ya que esa diferencia siempreha existido”, dice, incorporando un gráfico en su presentación que muestra que desde 1990 el impuesto adicional -que grava a los inversionistas extranjeros- se ha mantenido en 35%, mientras que el tramo más alto del Global Complementario pasó desde 50% a inicios de los 90 a 35% a partir de la reforma tributaria del 2014.