Gobierno

Bachelet se despide ante el Congreso con un llamado a la unidad del oficialismo para proyectar su gobierno

En más de dos horas de intervención, la Presidenta defendió las reformas de su segundo período y la necesidad de que tengan eco en una nueva administración de la centro izquierda.

Por: Ángela Chávez | Publicado: Viernes 2 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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La presidenta de la República, Michelle Bachelet, llegó ayer ante el Congreso Pleno a ofrecer la última Cuenta Pública de su administración con una coalición fracturada por la contienda presidencial. De ahí que sus palabras finales, invitando a la unidad del sector y dejando en claro que la obra iniciada en estos años necesita proyectarse en el tiempo, fuera uno de los pasajes más aplaudidos de su intervención.

En poco más de dos horas de discurso, la mandataria defendió lo realizado, así como el diagnóstico en que se basó para impulsar las reformas emprendidas, de las que dijo sentirse orgullosa. También aprovechó de criticar en un par de pasajes a su antecesor, el hoy candidato presidencial Sebastián Piñera.

"Quiero pedirle especialmente a los demócratas progresistas de Chile, a quienes me acompañan en el gobierno, unidad en la acción y lealtad a los principios que nos convocan. Lo que ha dado gobernabilidad al progreso es nuestra unidad y es lo que debe asegurar la consolidación de nuestras reformas y los avances en el futuro. Hemos puesto en marcha una historia y somos responsables ante el país de llevarla a cabo", dijo a minutos rematar su intervención, desatando un aplauso cerrado de sus ministros. Incluso se levantaron de sus sillas para celebrar el llamado.

Acto seguido, Bachelet agregó: "Les pido a todos, sin distinción, unidad; esa unidad sin la cual la fuerza de Chile se diluye. No una unidad de la boca para fuera, sino la que nace del diálogo de las diferencias, la que nace de las identidades de cada uno, la que nace de escuchar al otro".

Previamente, y junto con conminar a sus parlamentarios a respaldar sus propuestas en materia de

descentralización, nueva constitución, aborto en tres causales y matrimonio igualitario, la gobernante destacaba que "hoy Chile es mejor que ayer. Porque estamos construyendo bases nuevas y sólidas para que el mañana supere al presente. No se trata sólo de un conjunto de medidas y beneficios (...). Se trata de cambios que le dan un sentido más profundo a la convivencia democrática, al poder de la ciudadanía y a los caminos del desarrollo económico, poniendo a las personas en primer lugar".

En ese sentido, subrayaba que "tenemos el poder de seguir avanzando. No sólo porque estamos convencidos que es bueno, sino porque los hombres y mujeres de Chile lo demandan. Debemos persistir en nuestra marcha, atentos a las exigencias de cada época y mejorando lo que hay que mejorar", porque "podrán cambiar los gobiernos, pero no puede detenerse una historia impulsada por la fuerza de un país entero".

Eran las 10.30 horas cuando Bachelet daba inicio a la que será la cuarta cuenta de su mandato, y la octava tomando en cuenta su primer mandato (2006-2010), destacando que con estaba allí "con la convicción y el orgullo de quien ha recibido la misión de liderar transformaciones que no podían esperar más" y que le hablaba a un país "distinto y mejor al que pude ver hace tres o cuatro años".

"Hemos tenido el coraje de mirar nuestros problemas de frente, hemos puesto en el centro del debate temas que hasta ahora no habíamos debatido, temas como una nueva Constitución, la reforma tributaria, el fin del binominal, la corrupción, la gratuidad, la despenalización de la interrupción del embarazo, la unión civil, nos hemos atrevido a poner en marcha las transformaciones que hemos comprometido", dijo la jefa de Estado, admitiendo que su mandato "no ha sido fácil, no ha sido perfecto. Hemos experimentado las dificultades propias de un cambio de gran magnitud".

En ese sentido, reconoció "que falta mucho, consolidar y avanzar en las transformaciones requerirá un buen tiempo más allá de mi gobierno. Sé que son cambios que habrá que continuar y profundizar, y que los chilenos y chilenas deberán decidirlos", pero que el horizonte es claro: "un Chile donde cada uno valga lo mismo que cualquier otro en esta nación".

Junto con precisar que la agenda seguirá en los meses que restan de gobierno, Bachelet repasó lo hecho en educación, economía, protección social, medio ambiente y vida política y de paso lanzó sus críticas a Piñera.

Los dardos a Piñera

La Presidenta destacó el incremento casi al doble, respecto de su primer mandato, del número de salas cunas y jardines infantiles, la mejora de las condiciones de los profesores, la consagración del principio de la inclusión, el fin del copago y los avances en materia gratuidad en educación superior, la que -anunció- se extenderá en 2018 al 60% de los estudiantes más vulnerables.

En este marco, deslizó una de sus contadas críticas al candidato presidencial de la derecha que ha anticipado. "No nos engañemos: quien quiera echar pie atrás en una política seria, inclusiva y responsable -como es la gratuidad en la educación superior-, le estará dando la espalda a Chile y a las familias chilenas", sentenció la mandataria, para luego destacar los avances en otros frentes como el energético que según dijo "hoy es un potente motor de inversión y competitividad".

Más adelante y cuando repasaba lo realizado en materia económica, destacando la reforma tributaria, a su juicio "eficaz" y "equitativa, porque los que tienen más contribuyen más", las medidas destinadas a evitar los "abusos y el engaño en los mercados", así como los avances en materia de innovación, vendría otra crítica a su antecesor por lo que sería no haber aprovechado el buen momento del precio del cobre.

"En época de vacas gordas Chile no se preparó para un crecimiento sostenido. Ahora nos estamos preparando para que no volvamos a cometer ese error", dijo Bachelet al afirmar que prontamente se formalizará el ingreso de nuestro país a la red de I+D e Innovación más importante del mundo.

Otro cuestionamiento lo formuló al abordar la creación del registro social de hogares, destacando que se trató de un "empeño serio por reestablecer la fidelidad y calidad de los instrumentos que nos miden como sociedad",

"Recuperamos la confiabilidad y el prestigio de la encuesta Casen, trabajando nuevamente con la Cepal y sumando a la universidad de Oxford. Y, por cierto, algo en lo que todos somos testigos: con miles de voluntarios y un espíritu cívico ejemplar que nos hizo bien, el Censo abarcó al 98,95% de las viviendas. Y hemos vuelto, así, a una tradición de medición de personas y hogares que nunca debimos perder. "juntos recuperamos un patrimonio estadístico que nos pertenece a todos".

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