Laboral & Personas

David Bravo advierte: “El recurso humano del país tiene deficiencias que son gigantes”

Sobre el mercado laboral, el acádemico de la UC sostiene que el ajuste se ha producido en salarios y horas trabajadas, y no en el número de despidos.

Por: Narayan V. Caviedes | Publicado: Lunes 8 de febrero de 2016 a las 04:00 hrs.
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Una de las grandes interrogantes del actual período de desaceleración de la economía local es por qué la tasa de desempleo ha permanecido en niveles “históricamente bajos”. Las últimas cifras del INE señalan que la desocupación nacional se ubicó en 5,8% en el trimestre octubre-diciembre.

Las explicaciones del mercado van desde el aumento de los inactivos hasta un envejecimiento de la fuerza de trabajo.

Una “idea razonable”, según el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, David Bravo, es que el ajuste al ciclo “se ha dado por menores horas trabajadas y una moderación de salarios, y no por el número de trabajadores”. Es decir, las empresas han optado por reducir jornadas y enfriar sueldos, en lugar de despedir a sus empleados, respuesta “positiva”, a juicio del economista.

Sin embargo, esta reacción de las compañías tendría un efecto negativo: un leve retroceso en productividad. Eso sí, esta caída sería cíclica y no estructural, advierte Bravo, porque cuando la mirada es estructural, el escenario es mucho más desalentador.

- ¿Cómo analiza la resistencia del mercado del trabajo, cuando avanzamos hacia un tercer año con un crecimiento del 2%?

- Efectivamente, el mercado laboral se ha mostrado mucho más sólido que lo que todos proyectamos. Esto llama la atención porque históricamente lo ajustes habían sido por cantidad. Frente a la caída en la actividad económica, las empresas pueden ajustar por número de personas, número de horas o por remuneraciones. Acá, el ajuste definitivamente no ha sido en términos de cantidad. Las tasas de ocupación son más bajas que las de 2012, pero se han mantenido. Las horas, en cambio, sí cayeron. Y las remuneraciones también se han moderado. Eso, ¿es bueno o malo? Yo creo que es bueno. Lo que nos gustaría en una crisis es que sufriera menos el número de personas que está sin empleo, por todas las consecuencias que tiene.

- ¿Esto se mantendrá o, en algún minuto, vendrá el ajuste por despidos?

- La consolidación del período de bajo crecimiento podría llevar a pensar que las empresas tomen ciertas definiciones y podría ser que este año el desempleo suba, en línea con lo mostrado por la U. de Chile. Con las proyecciones de crecimiento, creo que a la misma cantidad de horas trabajadas, deberíamos ver mayores tasas de cesantía de al menos medio punto en la medición del INE.

Capital humano deficiente

- Usted sostiene que cuando la economía se desacelera más que el empleo, disminuye la productividad. ¿Eso es motivo de preocupación?

- El tema de la productividad a nivel estructural es más relevante. Tiene que ver con las carencias de nuestra fuerza de trabajo. Por ejemplo, un estudio de Microdatos de la U. de Chile de 2013, demostró que en los últimos 15 años, comparando con un informe de 1998, las competencias básicas de las personas prácticamente no cambiaron. En el 98’ constatamos que el 50% de las personas mayor de 18 años no entendía lo que leía. Y esa era la fuerza de trabajo. Con el estudio de 2013 nos dimos cuenta que no había cambiado un ápice. Es algo abismante, porque sobre la base de qué podríamos esperar mejoras sustantivas de productividad.

- La respuesta del gobierno al asunto “productividad” fue una comisión permanente que luego entregará un primer informe. ¿Qué se debe promover en el corto plazo?

- Si uno quiere tomar en serio el tema tiene que pensar en el recurso humano de los próximos 20 años. Y el que tenemos tiene deficiencias que son gigantes. ¿Qué hemos hecho para corregir eso? Uno podría decir reformas en educación, pero eso va a afectar nuestra fuerza laboral en los próximos 20 años. El problema es que nuestra capacidad de crecimiento va a estar ahí en juego. En tecnología e innovación tampoco hay una base empresarial o generaciones nuevas que estén bullendo en el tema.

"No me gustaría que se posterguen decisiones relevantes"

Pese a que el gobierno descartó una nueva reforma previsional durante la actual gestión, David Bravo no pierde la ambición y espera que el Ejecutivo considere las propuestas realizadas por la comisión asesora para el sistema de pensiones que le tocó presidir. O, al menos, que acoja 25 de las 58 sugerencias particulares, entre las que destacan aumentar la edad de jubilación de las mujeres, incrementar la tasa de cotización y extender la cobertura del Pilar Solidario. Medidas que, en su opinión, aumentarán las tasas de reemplazo 30% para mujeres y 17% para hombres. El economista espera que en marzo el comité de ministros anuncie una "ley corta" y trace un camino para las iniciativas que requieren de mayor gradualidad, por la restricción fiscal.


- ¿Qué respuesta espera del gobierno a las propuestas del grupo de expertos?


- No me gustaría que se chutearan decisiones que son relevantes. Hay cosas que son bastante evidentes. La edad de pensión de las mujeres debe subir y ser a lo menos de 65 años, igual que los hombres. Una señal de liderazgo es tomar decisiones cuando hay corresponde, más allá de si son populares. No hacerlo es dejar pasar una oportunidad enorme, es haber hecho una comisón para nada. Hay que aumentar la tasa de cotización. El otro elemento es mejorar el pilar solidario y aumentar la cobertura para pasar del 60% al 80%. Los recursos fiscales deben determinar si esto es posible y en cuántos años. Las medidas más relevantes deben ser tomadas ahora, porque no hay alternativa. Sobre eliminar el retiro programado, por ejemplo, puede requerir más tiempo. En la ley corta deben estar las medidas "innegables" y que son una señal de liderazgo. Uno esperaría que en la segunda sesión, el comité de ministros diga "esto es lo que pensamos hacer", con un cronograma claro.

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