Laboral & Personas

Las inquietudes en el mundo empresarial que develó la polémica por COP25

El tono y curso del debate por la reducción de la jornada laboral pareciera haber generado aprensiones adicionales entre los privados.

Por: C. León y K. Peña | Publicado: Martes 10 de septiembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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El senador Juan Antonio Coloma (UDI) dialoga con el abogado Fernando Barros junto al presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, en el marco del Chile Day en Londres. Foto: Ministerio de Hacienda
El senador Juan Antonio Coloma (UDI) dialoga con el abogado Fernando Barros junto al presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, en el marco del Chile Day en Londres. Foto: Ministerio de Hacienda

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Nuevas reacciones -privadas y públicas- a la crítica visión expuesta por el reconocido abogado Fernando Barros sobre la cumbre climática que se realizará en Chile en diciembre próximo, conocida como COP25, ratificaron ayer no sólo las distintas visiones que existen entre los empresarios sobre el evento, sino que también las soterradas inquietudes sobre los resultados del mismo.

Fuentes de la Sofofa explicaron que el tema se abordó en varios de los consejos generales del gremio, aunque ello no involucró la opinión del también presidente de Oxiquim y consejero del gremio, como sí lo hizo en una columna de opinión en Diario Financiero denominada “Clima riesgoso” el viernes pasado.

Su inquietud, según trascendió, había quedado remitida a conversaciones vía Whatsapp, tal como ocurrió con su apreciación por la discusión de reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas propuesta por las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola.

De hecho, ese mismo debate habría encendido las alertas del abogado -como la de otros representantes del mundo empresarial- sobre lo que podría deparar la COP25 al sector privado y las normas bajo las cuales operan las compañías.

Un gobierno que se percibe moviéndose al son de las encuestas, que lo vieron reflejado en la contrapropuesta de recortar las horas trabajadas a 41 horas, recordó el capítulo Barrancones y la falta de atención a argumentos técnicos.

Las aprensiones se extendieron al tiempo que creció la imagen de un escenario donde claramente se sentirá la presión social por un país “más verde”.

Las dudas sobre la capacidad política del gobierno y los mismos parlamentarios para frenar la corriente de las ONG medioambientalistas abrió la puerta a temores sobre los eventuales compromisos que asumirá la administración Piñera.

CPC defiende la cumbre

Pero no todo se reduce a preocupaciones. Gráficas fueron las declaraciones de quien fuera en su momento presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y hoy líder de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía. La decisión de qué hacer frente a la COP25, dijo en radio Duna, era “hacer lo de Fernando Barros y tomar precauciones; o, simplemente, aprovecharla como una oportunidad para Chile y explicar al mundo y a los medioambientalistas que nosotros sí estamos haciendo todos los esfuerzos para cumplir -de la mejor forma posible con el medio ambiente-; y eso es lo que queremos demostrar”.

“Estoy por la línea de la Sofofa”, remató, haciéndose eco de la defensa de la cumbre de parte del presidente gremio industrial, Bernardo Larraín Matte, quien reafirmó su apoyo a la iniciativa en conjunto con el líder del Consejo Minero, Joaquín Villarino, en una columna de opinión publicada ayer en El Mercurio.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Manuel Melero, también se alineó con Larraín Matte y el actual presidente de la CPC, Alfonso Swett, quien enfatizó frente a la cumbre: “Lo hemos dicho con mucha convicción, nosotros estamos absolutamente cuadrados”.

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