BofA hace su apuesta: alza de tasa en Chile será en diciembre

"Chile: un ciclo alcista más rápido de acuerdo a las reglas de Taylor". Así se titula el último informe de Bank of America Merrill Lynch (BofA), en el que prevé que el inicio del ajuste de la política monetaria en el país sería antes de lo pensado.

En el reporte enviado a clientes, la entidad estadounidense prevé que la primera alza en la tasa de interés de parte del Banco Central se concretará en diciembre de este año, un adelanto en relación a su apuesta previa que apuntaba, más bien, al primer trimestre del 2019.

¿Cuáles son las razones para dicho ajuste? En el reporte el banco de inversión toma como base el Informe de Política Monetaria (IPoM) de hace dos semanas, en el que el instituto emisor recalcó que la actividad ha sorprendido al mercado en lo que va del año.

"El banco enfatizó que la actividad económica del primer semestre del año sugiere un rebote mayor al esperado y que las perspectivas para una convergencia de la inflación hacia el rango meta se han consolidado. Cambiamos nuestra apuesta para el primer incremento (de tasa) en diciembre, con el Banco Central subiendo su tasa de política en 25 puntos a 2,75%", señala el documento.

La entidad señala que hay un "riesgo" de que el ajuste pueda materializarse inclusive en octubre, pero que una inflación "templada", junto con la desaceleración esperada en la actividad en la segunda mitad del año y "riesgos" presentes por la guerra comercial, permitirá el emisor esperar hasta la reunión de diciembre.

Para el próximo año, BofA prevé que la tasa seguirá su senda alcista, llegando a 3,75% para fines de 2019, desde el 3,25% que anticipaban en su último reporte.

Actividad bajo consenso

Respecto a la economía chilena, Bank of America Merrill Lynch anticipa una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,8% este año, ubicándose por debajo del consenso de los analistas, que apuntan más bien a un 4% para el actual ejercicio.

"La actividad económica sorprendió al alza en el primer semestre del año, sustentado por la resiliencia del consumo privado y un rebote mayor al esperado de la inversión, pero debería empezar a desacelerarse en la segunda mitad del año", advierte el documento.

Una de las razones que esgrime BofA para su pronóstico es que las condiciones en el mercado laboral "están mejorando de manera lenta", lo que "debería ralentizar el consumo privado", a medida que los niveles de confianza "han comenzado a declinar, lo que podría limitar la recuperación de la inversión", aseguró la entidad.