Macro

Informe advierte que el Fisco alcanzará el balance estructural recién hacia 2023

Guillermo Pattillo asegura que el Presupuesto no es lo suficientemente “austero” y plantea que una rebaja de clasificación será una “realidad” si no se acota la deuda.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Viernes 14 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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La presentación del Presupuesto 2017, el más restrictivo en más de una década, ha dado para varios temas de debate, como por ejemplo cuánto impulso restará a la ya desacelerada economía local, qué pasará con el crecimiento de la deuda pública a futuro y cuál será su impacto en la clasificación de riesgo del país.

Uno de los aspectos que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha defendido “a brazo partido” en la presentación del erario es que es coherente con la meta de reducir el déficit estructural del Fisco en 0,25 puntos por año hasta 2018. Pero aún queda la duda entre los analistas respecto a cuándo se alcanzará el equilibrio en las cuentas del Fisco, considerando que ya se flexibilizó la meta de balance en 2018 planteada por el antecesor de Valdés, Alberto Arenas.

El ex subdirector de Presupuestos, Guillermo Pattillo, tendría la respuesta: con los actuales supuestos estructurales, el saldo negativo de largo plazo se borraría recién en 2023. El académico de la Universidad de Santiago y director del Observatorio del Gasto Fiscal, advierte que la manera en que se calcula el balance cíclicamente ajustado (con una proyección que se realiza en base al PIB potencial y precio del cobre del año en cuestión) deja en la práctica “indefinido” el horizonte en que se alcanzará el equilibrio.

El Presupuesto del próximo año se calculó con un PIB potencial de 3% y un precio del cobre de largo plazo de US$ 2,56 la libra. “Esto no es un tema menor. Implica una pérdida en la calidad de la información que realmente provee la existencia de la regla fiscal que, con acierto, la autoridad introdujo en 2001”, señala Pattillo.

Así, sugiere la opción de “complementar” la regla fiscal con otras variables “relevantes” que reduzcan la posibilidad de que se “eternice” el déficit estructural, lo que “terminará afectando significativamente la solvencia de mediano plazo del gobierno”.

Cinturón no tan apretado

El informe del economista recalca que el crecimiento del 2,7% del gasto público en 2017 es el segundo más bajo desde 1990, pero que aquello “no implica” que sea la política fiscal “apropiada” a las actuales condiciones macro. ¿Por qué? A pesar del esfuerzo de reducir casi a la mitad el crecimiento del sector público respecto a este año, el déficit efectivo será levemente superior al de 2016, al empinarse a 3,3% del Producto en 2017.

“La tendencia a un déficit devengado que no solo no disminuye, sino que crece, es particularmente compleja. En este sentido, el Presupuesto no es suficientemente austero como habría sido deseable”, plantea.

Además, advierte que una rebaja en la clasificación de riesgo de Chile “no es un problema inminente”, pero que “será una realidad” si no se acota el crecimiento de la deuda pública en los próximos años.

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