INTERACTIVO | Repuntó el ánimo de los empresarios, pero sin despedirse de la moderación

La moderación pareciera ser la palabra de moda en materia de expectativas en estos momentos en el mundo de los negocios. El Índice de Confianza Empresarial (ICE) que elabora el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo (UDD) en conjunto con Diario Financiero marcó 3,3 puntos en noviembre, lo que siguió siendo sinónimo del nivel neutral observado en octubre.

Es decir, hoy no prima ni el optimismo ni el pesimismo en medio de una economía que ha mostrado signos de la desaceleración prevista para esta época en función de la base de comparación más alta y un escenario internacional que se ha deteriorado.

El resultado de noviembre, planteó el reporte del CEEN, “refleja que el empresariado mostró por segundo mes consecutivo expectativas estables”.

Pero si bien el resultado general no mostró gran cambio, la confianza repuntó en sectores relevantes del indicador. Destacados fueron los aumentos en la industria, construcción y minería.

En el primer caso, el alza fue de 18 puntos, lo que le permitió despedirse de un ánimo moderadamente pesimista para alcanzar uno “neutral” -reponiéndose del deterioro de octubre- gracias a una mejor percepción de la demanda en el país.

En la construcción el avance fue de catorce puntos para pasar de un nivel “neutral” a uno “moderadamente optimista”, explicado principalmente por una visión más positiva sobre la economía, el negocio y el sector.

La confianza del rubro minero se incrementó 13 puntos para evolucionar de de un estado “neutral” a uno “levemente optimista”, de la mano de un escenario menos pesimista de la demanda local y mundial y sobre los niveles de inventarios, así como un mayor optimismo respecto del número de trabajadores.

El repunte del comercio fue similar ante más entusiasmo por la situación del negocio.

En una dirección opuesta se movió la confianza del sector agrícola, que cayó 25 puntos llevando el ánimo desde “levemente optimista” a uno “moderadamente pesimista”. Determinante en este desánimo fue el deterioro en las proyecciones sobre la actividad nacional, la producción y los precios de venta.

En el sector financiero, aunque con una disminución menor del ICE -de sólo tres puntos-, la confianza retrocedió desde “neutral” a “levemente pesimista”.

Las percepciones en juego

En términos generales, y coherentes con lo observado en términos sectoriales, el ICE se recuperó algo como consecuencia de expectativas más favorables sobre la demanda nacional -que aún no escapa del pesimismo-, el número de trabajadores y niveles de inventarios, que subieron 32, 18 y 9 puntos, respectivamente, respecto del mes previo.

Las relativas a la situación del negocio y de la economía no mostraron en el mes mayor variación, permaneciendo en niveles “levemente optimista” y “moderadamente optimista”, respectivamente.

Tampoco cambió mucho la percepción sobre el precio de los insumos, manteniéndose bastante pesimista.

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