Un cauto Marcel pide no olvidar rol clave de las reformas estructurales

Con buenas noticias bajo el brazo llegó el Banco Central a la comisión de Hacienda del Senado. A través del Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, el consejo del instituto emisor envió un mensaje claro de que la reactivación de la economía chilena es una realidad, lo que explica el alza en 0,25 punto que anunció para el piso del rango de expansión previsto para este año de 3,25% a 4%.

En su ponencia ante los parlamentarios, el presidente del ente emisor, Mario Marcel, planteó que la economía chilena ha ido “afianzando” su mayor dinamismo en la primera parte del año, con cifras que dieron cuenta de un crecimiento “algo por sobre lo previsto” en los primeros cuatro meses del ejercicio.

“Parte de ello respondió a factores específicos en sectores de oferta, como pesca y electricidad, gas y agua, mientras que otra parte provino de la inversión en maquinaria y equipos, la contratación de servicios, el comercio mayorista y algunos ítems del consumo durable”, recalcó en la sede del exCongreso.

Para 2019 y 2020, el emisor mantuvo sus estimaciones de avance del Producto entre 3,25% y 4,25%, y entre 3% y 4%, respectivamente.

Coherente con lo anterior, el IPoM dio cuenta de una fuerte mejoría en la estimación de inversión para este ejercicio desde 3,6% en el informe de marzo a un 4,5% ahora. Eso sí, para los próximos años la euforia fue algo menor: para 2019 aumentó en una décima a 4,5% su pronóstico, mientras que para el año siguiente la recortó en la misma magnitud hasta 3,9%.

En este punto vino lo que quizá podría considerarse el primer balde de agua fría del reporte, luego de que Marcel dejara entrever que la inversión es la gran piedra de tope para dar por consolidada la recuperación económica.

“Algunos antecedentes sugieren que es temprano para asegurar un dinamismo relevante de la inversión, en particular porque aún no se observa un cambio importante en la ejecución de proyectos de gran envergadura”, señaló el exdirector de Presupuestos, marcando una diferencia con el tono del discurso del ministro de Economía, José Ramón Valente (ver nota en página 8).

Necesidad de reformas

En la parte final de su discurso, Marcel fue más enfático, asegurando que si el país quería alcanzar mayores tasas de crecimiento de manera consistente, debe hacer frente a una serie de reformas estructurales.

Junto con señalar que la economía local “avanza en la recuperación del crecimiento” y que el momento actual “es un buen comienzo para una etapa más favorable del ciclo económico”, instó al país a hacer frente a los “muchos desafíos que quedan por delante”.

“Es importante que la recuperación de la inversión se profundice, que se fortalezca el mercado del trabajo y que se aprovechen ventajas competitivas para que esta recuperación sea más autosostenida y compartida. Un mayor crecimiento de largo plazo requiere cambios más estructurales que ayuden a elevar la productividad”, argumentó.

Y remató: “El Banco Central estará ahí para asegurar que en este proceso no se incuben desequilibrios o vulnerabilidades que luego requieran ajustes más costosos”.

¿Cambios estructurales? Economistas definen los más urgentes

Si bien el IPoM asumió un mejor escenario de crecimiento para 2018, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, advirtió que para hacerlo sostenible se requieren cambios de carácter estructural.
Para la economista del ESE Business School de la U. de los Andes, Cecilia Cifuentes, ese tipo de reformas son indispensables, puesto que la mejoría actual se explica más bien por "factores cíclicos". La modernización del Estado sería la más prioritaria, en cuanto -plantea- no debe ser "más una traba en el proceso de desarrollo, sino que un colaborador". La segunda clave tendría relación con avanzar hacia un sistema tributario más proclive al ahorro y la inversión, "tanto en tasas de impuestos, como en mayor simplicidad". En tercer lugar, la economista sitúa a la reforma laboral. "Se necesita un mercado mucho más flexible en este proceso de automatización que viene por delante", explica.
El exdecano de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, Joseph Ramos, cree que el presidente del Banco Central se refiere a cambios estructurales en materia de capital humano y estructura productiva. "Ahí estamos hablando de la calidad de la mano de obra, de la educación. De que ningún joven chileno entre al mercado laboral sin tener un oficio serio o un título técnico superior", afirma.
A esto se suma la necesidad de diversificar y ampliar nuestra estructura productiva: "Está demasiado concentrada en torno a cuatro recursos naturales". Por último, habría que acelerar la copia inteligente o las mejoras tecnologías y prácticas internacionales, su rápida adopción y difusión dentro del país, dice Ramos.
Con esto coincide la economista de Libertad y Desarrollo, Carolina Grunwald: "Necesitamos hacer cambios en la manera en cómo hacemos las cosas. Hay toda una corriente de automatización de procesos. Cómo vamos a adquirir las nuevas tecnologías", opina.