Ministro Valdés raya la cancha: “La sociedad no aguanta más abusos”

Era, sin lugar a dudas, la presentación más esperada en Enade 2015, junto con la de la presidenta de la República Michelle Bachelet. El discurso del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, en CasaPiedra no estuvo exento de complejidades, considerando que salió al escenario siete horas más tarde de lo esperado, ya que debía estar en el Congreso monitoreando la votación en tercer trámite del reajuste del sector público.

A pesar de la postergación, la ponencia del jefe de la billetera fiscal fue contundente, defendiendo la gradualidad con la que el Ejecutivo está implementando la agenda de reformas, particularmente la tributaria y la laboral.

"La gradualidad permite mejorar las reformas cuando los recursos técnicos, políticos y económicos son limitados. Y permite rectificar y mejorar si es necesario"

Respecto al proyecto de reforma al Código del Trabajo, hoy en debate en el Senado, Valdés fue enfático: "Lo importante es que sea un buen proyecto, antes que sea rápido".

Además, valoró el apoyo parlamentario al proyecto de Presupuesto 2016, aprobado esta semana en el Congreso, señalando que reasignar recursos en determinadas partidas "no es lo mismo que resignar" promesas de campaña.

"Agradezco el apoyo de muchos parlamentarios, que cambiaron de switch y pasaron de modo gastar al modo reasignar. Si hubiéramos cedido a todas las demandas, el déficit fiscal se habría multiplicado por tres o cuatro veces", dijo.

Cárcel para la colusión

Valdés fue claro en el inicio de su exposición, señalando que el proyecto de ley que pena con cárcel la colusión ya era parte de la agenda del gobierno mucho antes de que explotara el escándalo que involucra a las papeleras CMPC y SCA.

"En las últimas semanas hemos vuelto a conocer prácticas anticompetitivas que han recibido una condena unánime. Esta reacción muestra que nuestra sociedad ya no aguanta más abusos ni tampoco tolera pactos en las sombras para obtener ventajas o ganancias ilegítimas", aseguró el jefe de la billetera fiscal.

En este ámbito, se mostró partidario de definir reglas "disuasivas" para las malas prácticas, "tanto en competencia como en otros ámbitos".