Ex Movistar lidera proyecto para construir monorriel en Santiago

Una nueva propuesta para el desarrollo de un monorriel para la ciudad de Santiago recibió el Ministerio de Obras Públicas, proyecto que tendría un costo de unos US$ 2.300 millones.

La idea fue presentada por la empresa Promosan, en la cual participan el exdirector de Asuntos Corporativos de Movistar Chile, el ingeniero Andrés Wallis, junto a Ricardo Muñoz Soms, Joaquín Feres Jara y Álvaro Delgado Bruit.

Según información obtenida por la plataforma del lobby del gobierno, buscan mediante una concesión “desarrollar un monorriel que contribuya a complementar y mejorar la oferta de transporte público para la Región Metropolitana”.

Conocedores de las tratativas explican que el MOP está estudiando si suma este proyecto a la cartera de obras de interés público. En caso que haya una resolución favorable, el proponente podrían iniciar los estudios técnicos en un plazo máximo de dos años, etapa conocida como de “Proposición”.

El Reglamento de la Ley de Concesiones dispone que esta declaración, por parte del MOP al postulante, no significa la aprobación del proyecto, sino sólo el interés de conocer el detalle.

Si Promosan se presenta a la licitación tiene un premio que corresponde a un porcentaje del factor de licitación (variable de adjudicación) de entre un 3% y 8%. En caso que ganen el proceso, los socios buscarían aliarse con un desarrollador y más interesados para financiar la iniciativa.

Los beneficios

Para los socios de Promosan, el desarrollo de un monorriel en Santiago es bastante más económico que la construcción de una línea de Metro. Esto, porque el tren subterráneo pueden costar en torno a 50% más que los monorrieles.

Además, se destaca que es mucho menos invasivo. Un pilar no supera un metro de ancho, frente a la gran infraestructura que requiere un tren urbano en altura.

En Asia, hay varias naciones que han apostado por el monorriel, donde Japón es un referente. Desde mediados de los años 50, depende de este sistema para trasladar a millones de habitantes en ciudades como Tokio y Osaka, que tiene la línea de monorriel más larga del mundo, con casi 28 kilómetros de distancia.

Un motivo que ha frenado el crecimiento de iniciativas como estas son las preocupaciones sobre cómo evacuar a los pasajeros si se quedan atrapados en los trenes que circulan en altura.

En Chile se ha analizado en varias oportunidades la construcción de un tren de este tipo. Ya en 1993, el municipio de Las Condes planteó la idea, pero hasta ahora todo ha quedado en el aire.

El 2000, los alcaldes de La Reina y Peñalolén solicitaron al Ministro de Obras Públicas que reconsiderara la idea de construir un tren liviano sobre el Canal San Carlos, el que en ese entonces tenía un costo máximo de

US$ 360 millones y una extensión de 22 kilómetros. La iniciativa había sido solicitada por primera vez durante el gobierno de Eduardo Frei, y cruzaría Las Condes, Providencia, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto.