Minería

Decisión de Enami de no entregar utilidades a Hacienda escala a la SVS

Más de US$ 20 millones es lo que debería entregar al fisco la minera, pero se niega a realizarlo por diferencias de criterios sobre beneficios.

Por: Hernán Vargas S. | Publicado: Miércoles 27 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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En desacato. Así se encuentra la empresa de fomento minero Enami, luego que el Ministerio de Hacienda le ordenara traspasar las utilidades que generó en 2012 y 2013. Sin embargo, la minera estatal se ha negado sistemáticamente hacerlo, argumentando que tales beneficios no existían.

Diferencias de criterio entre ambos organismos que ahora escalaron a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y el Servicio de Impuestos Internos (SII), quienes tendrán que pronunciarse sobre la diferencia y, así, zanjar de una vez por todas esta disputa.

A comienzos de mes el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, firmó una carta solicitando a los fiscalizadores que se pronuncien sobre las diferencias que tienen con Enami, en específico sobre la forma en que se deben determinar las utilidades a retirar por el Fisco desde las empresas del Estado.

La diferencia con Enami nació cuando en junio del 2012 la secretaría de Estado ordenó a la minera traspasar $ 7.773 millones. En diciembre de 2013 la petición aumentó a $ 13.912 millones, es decir, algo más de US$ 21 millones.

La firma estatal rechazó esta petición, argumentando una diferencia entre los resultados financieros y los tributarios.

Es por eso que en la misiva, Valdés pide que se le entregue información sobre cómo ambos organismos identifican las utilidades netas “que pueden ser o no retiradas a capitalizarse en función de los balances patrimoniales antes señalados y los mecanismos que deben observarse sobre la materia”.

Consultado por la petición realizada, desde el Ministerio de Hacienda comentaron que solicitaron “tanto a la SVS como al SII, en su condición de organismos técnicos competentes, entregar su opinión sobre la forma en que se deben determinar las utilidades a retirar por el Fisco desde las instituciones o empresas del Estado, en atención a las diferencias de criterio que se han generado con algunas de ellas respecto del tipo de utilidades a considerar”.

Agregaron que “ya que el asunto está sometido a conocimiento de los organismos técnicos especificados, el Ministerio no comentará este tema”.

Los que sí entregaron sus argumentos fue la Enami. La compañía envió a la SVS un documento de 91 páginas respaldando su posición: no existen ganancias que entregar, añadiendo que la petición de Hacienda “la consideramos del todo improcedente”.

“Enami ha sostenido que no existen utilidades tributarias acumuladas al año 2012, sino pérdidas tributarias acumuladas, arrastrando históricamente los resultados tributarios hasta el 31 de diciembre de 2012”, señalan.

Explican que en los años siguientes se “generaron importantes pérdidas tributarias, por montos acumulados que ha absorbido totalmente las supuestas utilidades (de haber existido) al 31 de diciembre 2012 que el Fisco ha exigido se le traspasen”.

En la documentación enviada se incluyen informes jurídicos elaborados por los especialistas Bernardo Lara y Enrique Navarro, los que apoyan la posición de la firma estatal.

En el informe de Navarro se señala que “es posible argumentar que la ausencia de viabilidad de traspasar las utilidades acumuladas del año 2013 y 2014, en cuanto ello podría perjudicar la estabilidad financiera de la empresa del Estado y por lo tanto, el financiamiento de sus actividades para las cuales fue creada, tales como son el fomenta a la pequeña y mediana minería”

El último traspaso desde Enami a las rentas generales de la Nación se registró en octubre de 2012, cuando la compañía entregó US$ 16,4 millones, por concepto de pago de utilidades acumuladas.

La situación financiera es delicada, por lo que de ejecutarse el cobro de Hacienda, la posición de la compañía empeoraría todavía más. La firma está en una encrucijada porque la normativa ambiental le exige actualizar su fundición Paipote para aumentar la captura de emisiones, lo que requiere de una inversión superior a los US$ 450 millones.

De hecho, la compañía estudia realizar unos primeros trabajos, con menor inversión, para cumplir con la normativa y, luego, hacer otro desarrollo que también permita aumentar su productividad.

 

Las otras diferencias entre enami y Hacienda

 

Las diferencias de criterio entre Hacienda y Enami por los dineros que la compañía debería entregar por concepto de utilidades es un capítulo más en un libro que da cuenta de varios desencuentros.


Uno de los más recientes fue la pugna que existía entre el mundo minero, posición en la que se alineaba la Enami, y el entonces ministro de Hacienda, Alberto Arenas, por el precio de sustentación que ayuda a la pequeña y mediana minería y que se ejecuta a través de esta compañía.


La Enami pedía que se aumentara el precio de sustentación, pero Arenas no era partidario de esa medida. De hecho, la compañía entregó un oficio para recibir una respuesta oficial.


En esta diferencia la Enami fue apoyada por el Ministerio de Minería y dada la presión que hicieron las asociaciones mineras, se acordó mejorar el mecanismo tras una larga negociación.


Otro tema complejo que llevará la firma con Hacienda es de dónde obtener el financiamiento que requieren para actualizar las instalaciones de su fundición Paipote y, de esta manera, cumplir con la normativa ambiental que exige una captura del 95% de sus emisiones. El proyecto costaría más de US$ 400 millones.
Otra fue que en abril, el vicepresidente ejecutivo de Enami, Jaime Pérez de Arce, reconoció a raíz del plan de ajuste que impulsó Hacienda y que para ellos implica un recorte de US$ 6 millones, lo que implicaba reducir su planta de trabajadores.

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