Economía

BCE pone fin a casi cuatro años de alivio cuantitativo, pero baja proyecciones para el PIB

El banco dejará de comprar bonos este mes y podría comenzar a subir las tasas el próximo año. Sin embargo, Draghi alertó por una “atmósfera de mayor incertidumbre”.

Por: Ignacio Gallegos F. | Publicado: Viernes 14 de diciembre de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

“Confianza continua con creciente cautela”. Esa es la estrategia que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, expuso ayer, luego de una reunión de política monetaria en que la entidad oficializó el fin de su programa de compra de bonos, tras casi cuatro años de funcionamiento.

Imagen foto_00000002

La autoridad monetaria de la zona euro anunció ayer que abandonará su política de alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés) a partir de este mes, dejando de abultar una hoja de balances que tiene un valor estimado de 2,6 billones (millones de millones) de euros (US$ 3 billones).

La decisión unánime del consejo de gobierno del BCE llega en momentos en que el optimismo por el crecimiento económico de Europa se desvanece, algo que la propia entidad reconoció al recortar sus expectativas para el Producto Interno Bruto tanto para este año como para el próximo.

En tanto, el banco central mantuvo la tasa de interés de referencia en su mínimo histórico de 0%, algo que, según sus propias proyecciones, duraría al menos hasta el verano (boreal) de 2019.

Draghi señaló que los riesgos para la eurozona están “equilibrados en general”, pero que están “girando a la baja”, ante un rango amplio de preocupaciones geopolíticas. En el ámbito comercial, en medio de una tregua entre los gobiernos de Donald Trump en Estados Unidos y Xi Jinping en China, el economista manifestó que la situación es mejor que hace dos meses, pero “hay una atmósfera de mayor incertidumbre en general”.

Por su parte, analistas de Bloomberg Economics escribieron en un reporte que “el tono general es más cauto que en la última conferencia (...) Parece apuntar a que la primera alza de tasas llegará después de septiembre; probablemente, en diciembre”.

Experimento monetario

La decisión de poner fin al alivio cuantitativo venía siendo adelantada desde mediados de este año, pero su oficialización marca un hito importante en la recuperación económica de la zona euro.

El programa de compra de bonos no era otra cosa que un experimento monetario que comenzó a implementarse en 2015, en momentos en que la economía de la región no lograba despegar de tres años de crisis por la alta deuda. Inicialmente, duraría menos de dos años, pero su cierre debió ser postergado constantemente para seguir impulsando la actividad económica. En su punto cúlmine, la hoja de balances del BCE llegó a valer 4,6 billones (millones de millones) de euros.

En más de una oportunidad, Draghi llegó a describir la política como “el único impulso de la recuperación”. Las últimas estimaciones del BCE apuntan a que el programa agregó 1,9 punto al crecimiento del PIB entre 2016 y 2020. Tras el fin de la compra de bonos, la entidad manejará su economía con herramientas más tradicionales, como las tasas de interés.

No obstante, Draghi no descartó que el banco volviera a aplicar alivio cuantiativo. “El QE ahora es parte de las herramientas”, manifestó el jefe monetario. “Es permanente. Es algo que podría ser considerado utilizable en contingencias que el consejo de gobierno (del BCE) evaluará con su independencia”.

Con la decisión, el ente europeo comienza a ponerse al día con la Reserva Federal de EEUU, que anunció que comenzaría a reducir su hoja de balances en septiembre de 2017. No obstante, la recuperación más acelerada de la mayor economía mundial ha permitido a la Fed aplicar ocho incrementos en los tipos de interés desde 2015. El noveno llegaría la próxima semana.

La autoridad también fue consultada por los 20 años de funcionamiento del euro, que se cumplirán en enero. “Yo soy un observador subjetivo, pero creo que ha sido un éxito”, manifestó.

Las proyecciones

El jefe de la política monetaria de la zona euro reconoció que los últimos datos económicos han sido más débiles de lo esperado, en medio de una baja de la demanda externa y factores internos de los 19 países. No obstante, destacó un mercado laboral aún robusto, con crecimiento de empleos y salarios, y aseguró que la economía doméstica continuaría “impulsando la expansión”.

En ese escenario, el BCE actualizó sus proyecciones y ahora prevé que el PIB de la región crezca a 1,9% este año y 1,7% el próximo; en tanto, en 2020 la expansión sería de 1,7% y otro 1,5% en 2021.

En tanto, la inflación anual estaría aún por debajo de la meta de 2% por los próximos años: la entidad estima un 1,8% para 2018; 1,7% en 2020 y 1,8% en 2021.

Lo más leído