Economía

FMI aplica fuerte recorte a proyección para PIB de EEUU y advierte que agitación política amenaza la economía mundial

El instituto mantiene proyección para China en 6,6% pero estima una caída a 6,2% en 2017.

Por: | Publicado: Miércoles 5 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo sin cambios su proyección de un débil crecimiento de la economía global y advirtió sobre un mayor estancamiento que podría generar tendencias populistas contra el comercio y la inmigración, perjudicando la actividad, la productividad y la innovación.

En su informe de ayer del Panorama Económico Mundial (WEO, su sigla en inglés), el FMI ubicó la expansión de la economía global en 3,1% para 2016 y en 3,4% para 2017, luego de haber recortado esos cálculos por cinco trimestres consecutivos.

Además planteó que un declive del crecimiento de Estados Unidos en 2016 –debido al bajo desempeño del primer semestre–, sería compensado en parte por un fortalecimiento de la actividad en Japón y Alemania y en algunos mercados emergentes como Rusia e India.

Como grupo, las economías emergentes y en desarrollo, crecerán una décima más hasta 4,2% para este año, lo que permitiría que el panorama mundial sea estable.

Riesgos políticos

El referendo por el Brexit en el Reino Unido, las elecciones presidenciales en EEUU y el aumento del proteccionismo estarían arrastrando la economía mundial, según el FMI.

Maurice Obstfeld, jefe economista del Fondo, dijo que este comportamiento de la economía global escondía los riesgos aún significativos alimentados por vestigios de la crisis financiera mundial de 2008. Entre ellos destacó el sobreendeudamiento, los préstamos incobrables en los libros de los bancos y una moribunda inversión, que han seguido reduciendo la producción potencial de la economía global.

Además, dijo, el bajo crecimiento y la lenta recuperación tras la crisis han impulsado “tensiones políticas (que) ahora han convertido a las economías avanzadas en un importante foco de incertidumbre política”.

El crecimiento “ha sido muy bajo por mucho tiempo, y en muchos países sus beneficios han alcanzado a muy pocos, con repercusiones políticas que pueden deprimirlo aún más”, apuntó Obstfeld. “Quisiéramos ver el fin del proteccionismo en el mundo y mayor progreso hacia tratados de libre comercio y otras medidas de intercambio”, aseguró.

Estados Unidos debilitado

De acuerdo a los datos revelados ayer, Estados Unidos es responsable en gran parte de esa disminución de la proyección de crecimiento para las economías avanzadas, con una reducción desde un 2,2% previsto en su actualización de julio a un 1,6%. Para el grupo en su totalidad, el dato también quedó en 1,6% con una caída de dos décimas porcentuales.

El resultado de la nación norteamericana sería producto de una primera mitad del año decepcionante, causado por una débil inversión empresarial y la caída de inventarios de mercancías, además de una constante incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales de noviembre.

Aunque Obstfeld no hizo referencia directa al candidato republicano, Donald Trump –quien ha colocado las políticas proteccionistas y anti inmigrantes en el centro de su campaña–, alertó que “tensiones similares afectan la escena política” del país.

El lastre de un dólar más fuerte que golpea las exportaciones y precios más bajos de la energía deberían disminuir para el año próximo, según vaticina el organismo, por lo que se podrá ver una leve mejora del crecimiento económico a 1,8%.

Europa en peligro

En el informe, la institución indica que la repercusión más dramática hasta la fecha ha sido el referendo en junio en el que votantes del Reino Unido decidieron abandonar la Unión Europea (UE), lo que contribuirá a años de incertidumbre para el país y para el continente.

El Fondo elevó levemente su pronóstico para la nación británica este año a 1,8% pero aseguró que caerá en 2017 a 1,1%, la mitad de lo que predijo en su primer informe de abril, previo al Brexit.

El efecto de la votación ha llevado a los líderes europeos a reconocer que éste pudiera ser sólo el inicio de un terremoto político que amenaza las viejas certezas del continente.

El próximo año se celebrarán elecciones en Alemania y Francia, las dos mayores economías de la zona euro, y en Holanda. En los tres países, fuerzas contrarias al establishment han venido ganando terreno.

Con un creciente resentimiento en la UE desde Budapest a Madrid, autoridades han descrito el reciente aumento del populismo como el mayor riesgo para el bloque desde su creación tras la Segunda Guerra Mundial.

En tanto, por segunda vez en menos de tres meses, el FMI recortó el pronóstico de crecimiento para Italia tomando en consideración las preocupaciones de los inversionistas respecto del vulnerable sistema bancario del país y el referendo en el que el primer ministro, Matteo Renzi, se juega su futuro político.

El PIB de la tercera economía más grande de la zona euro se expandirá 0,8% este año y 0,9% el próximo, por debajo de lo estimado en julio.

El reporte destacó los problemas bancarios de la nación y la incertidumbre sobre la posibilidad de una real recuperación económica y una respuesta concreta a sus acreedores.

China se estabiliza

En las economías emergentes de Asia, el crecimiento de China –motor de la economía mundial– se estabilizó durante el primer semestre de 2016 cerca de la meta fijada por las autoridades de entre 6,5% y 7%, gracias al respaldo de las políticas y la vigorosa expansión del crédito.

El organismo con sede en Washington ubicó el dato para el gigante en 6,6% en 2016 pero prevé un descenso para 2017 hasta 6,2%.

La solidez del consumo y la continua reorientación de la actividad hacia los servicios, en lugar de la industria, indican que el reequilibrio avanza por las vertientes de la demanda interna y la estructura del lado de la oferta.

La nación asiática ha venido implementando una transición para estimular el consumo interno y reducir su dependencia de las inversiones y la exportación.

En tanto, la economía de India continuó recuperándose con fuerza, gracias a la marcada mejora de los términos de intercambio, las medidas de política eficaces adoptadas y la fortaleza de los amortiguadores externos, que han contribuido a afianzar la confianza en la nación.

El FMI ubicó su crecimiento en 7,6% este año y el próximo, el más ágil de todas las principales economías del planeta, mientras que Rusia se contraerá en 0,8% como consecuencia de los bajos precios del petróleo y las sanciones económicas impuestas por Occidente en medio de la crisis que atraviesa con Ucrania.

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