Francia: "Reinstaurar el impuesto a la fortuna podría traer consecuencias negativas para la economía francesa", asegura experto

El gobierno de Francia, liderado por Emmanuel Macron, vive sus peores días. Por primera vez en 18 meses de gestión, atraviesa las más duras manifestaciones de calle que iniciaron como protesta en contra del alza del impuesto a los combustibles y pasó a ser una señal de protesta en contra del jefe de Estado, en medio de una importante caída de su popularidad.

Macron ha hecho de la disciplina fiscal una de las banderas de su política económica, después de que sus antecesores fallaron reiteradamente en alcanzar las metas de déficit de la UE. Por ello ha propuesto y llevado a cabo un paquete de reformas que, tras las manifestaciones, ha tenido que suspender e incluso evaluar dar marcha atrás.

Hoy, de hecho, anunció que podría reestablecer el controvertido impuesto a la riqueza, una de sus cartas más prominentes y que lo ha llevado a ser considerado el presidente de los ricos.

Pero, ¿qué hay detrás de las medidas? ¿Por qué Francia necesita reformar su sistema tributario? En inicio, porque es un sistema "ineficiente", dijo a DF el abogado especialista en Derecho de Recursos Naturales y Energía de la Universidad Católica, Alberto Polette. "El principal defecto que busca cubrir la reforma del Ejecutivo es mayor eficiencia en la recaudación, incorporando la retención de los tributos en la fuente de parte de los empleadores y organismos de seguridad social", agregó.

- ¿Cómo funciona el sistema tributario francés y cuáles son las principales características?

- El sistema tributario francés es bastante complejo y el estado tiene principalmente tres fuentes: los impuestos que impone el Estado –que incluye el IVA, el impuesto a la renta, a las sociedades, a la fortuna inmobiliaria de más de 1.300 millones de euros y a los productos derivados del petróleo/energía/contaminación-; los impuestos locales –regiones, departamentos y comunas, arrendatarios, propietarios, establecimientos comerciales, etc.-, y los organismos de seguridad social (seguro médico, cesantía y pensiones de invalidez o vejez).

- ¿En qué se diferencia y en qué se asemeja al sistema tributario de Chile?

- Si bien existen similitudes (por ejemplo ambos consideran IVA, impuesto a la renta, etc.), el sistema francés tiene un mayor número de impuestos y gravámenes, como por ejemplo: el impuesto sobre la fortuna, todos y cada uno de los impuestos que aplican las regiones, departamentos y comunas, en especial el impuesto a los arrendatarios como impuesto territorial. Por otra parte, el sistema de recaudación también es diferente. Por ejemplo el impuesto a la renta de los trabajadores no es retenido y enterado mes a mes por los empleadores, sino que cada trabajador y familia debe pagar el impuesto que corresponda previendo el monto con anticipación. Por último, las tasas de los tributos difieren a las establecidas en Chile. Por ejemplo, en Francia, el IVA tiene una tasa del 20%.

- ¿Por qué es tan importante para el gobierno francés reformar el sistema tributario?

- El sistema francés es en algunos aspectos ineficiente. En mi opinión, el principal defecto que busca cubrir la reforma del Ejecutivo es mayor eficiencia en la recaudación, incorporando la retención de los tributos en la fuente de parte de los empleadores y organismos de seguridad social. Así los impuestos serán retenidos y enterados al fisco mes a mes y no un año después como se ha hecho a esta fecha. Esta reforma no implica una modificación del impuesto a la renta que deben pagar los franceses; es sólo la forma de recaudar los mismos. En cuanto a los combustibles fósiles, en especial el petróleo, Francia es de los países de la Unión Europea que tiene menor tasa de impuesto. Es importante tener presente que, por una serie de acuerdos adoptados en la UE, deben disminuirse considerablemente las emisiones contaminantes, entre ellas el CO2 y los gases.

- El gobierno ha dicho que está considerando reactivar el impuesto a los ricos que eliminó hace un año. ¿Qué implicancias podría tener esto?

- El impuesto sobre la fortuna original, establecido en los años 80 por el presidente (Francois) Miterrand, no tuvo buena recepción y antes de la reforma de 2017 de Macron era un impuesto en franco olvido. Como referencia, antes de esa reforma el impuesto representaba menos del 2% de la recaudación fiscal del Estado francés. Reinstaurarlo, más allá del patrimonio inmobiliario de los contribuyentes, podría traer consecuencias negativas para la economía francesa, como lo son un menor crecimiento de la economía, el incentivo de que capitales franceses se instalen en otros países o paraísos fiscales, menor empleo etc.

- Es decir, ¿la reforma de Macron fue positiva, más allá de las críticas que generó en la población que pasó a considerarlo el presidente de los ricos?

- Sí. El hecho de que capitales franceses se inviertan en el extranjero generará que los mismos no paguen impuestos en Francia, disminuyendo así la recaudación fiscal por impuesto a la renta. Por otra parte, existe una corriente importante que el impuesto a la fortuna nunca habría cumplido con su rol de redistribuir la riqueza.

- ¿Cuál podría ser el costo para el gobierno de no seguir adelante con las reformas? Ayer decían que tendrían que recortar presupuesto al no elevar los impuestos al combustible.

- Es muy difícil saber con exactitud cuál sería el costo para el gobierno no continuar con el plan de reformas propuesto en su oportunidad. Lo cierto es que será necesario hacer ajustes de tipo fiscal para efectos de enfrentar de mejor forma el gasto público y disminuir el déficit fiscal.