Macri enfrenta dura semana: hay paro de la banca y mañana se suma el transporte

El presidente argentino, Mauricio Macri, enfrenta días difíciles. La semana partió ayer con un paro de 48 horas del sector bancario, mientras mañana será la gran jornada de protesta de gremios como el transporte, que pretende paralizar el país.

Las movilizaciones son una respuesta a las políticas de Macri de liberalizar la economía, pero también ponen presión en la antesala de las negociaciones salariales por sector económico, conocidas como paritarias.

Además de los costos sociales, las protestas podrían minar los esfuerzos del gobierno por controlar la inflación. De cara al inicio de las paritarias, los sindicatos están haciendo campaña por aumentos de más de 20% en los sueldos, pero la Casa Rosada quiere mantener un techo inferior que le permita cumplir la meta de inflación anual de 15%.

Tras firmar un pacto fiscal con el gobierno y por los desequilibrios de sus propias cuentas, la mayoría de los gobernadores ofrecerán a los trabajadores estatales de sus jurisdicciones aumentos de hasta 15% en las paritarias, informó el diario local La Nación. Este monto también iría en línea con lo que se ofrecerá a los gremios docentes.

“La tasa de inflación hoy está determinada por los sindicatos, no el banco central”, dijo a Financial Times el economista Nicolás Catena.

La jornada de protesta del miércoles será además una muestra de descontento con la ola de despidos en el sector público y los ajustes en el sistema de pensiones. Calientan el ambiente, además, antes de que el Congreso discuta en marzo una reforma laboral que apunta a disminuir los costos de las empresas e impulsar la productividad.

La semana de movilizaciones se inició ayer con el paro de los sindicatos de la banca, quienes se manifiestan en rechazo a la oferta de 9% de aumento salarial realizada por las cámaras empresariales del sector.

Como resultado del paro, no habrá atención al público hasta el miércoles y será complicado conseguir efectivo en los cajeros automáticos.

“Soy consciente de que tiene un perjuicio para los usuarios de los bancos y por eso pido las disculpas del caso. Sostuve además que no nos dejaban otro camino”, justificó ayer el líder de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.

La marcha de mañana, en tanto, será encabezada por el líder camionero Hugo Moyano, y participarán también los gremios de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y movimientos sociales.

Moyano pierde fuerza

Moyano sigue siendo uno de los hombres más fuertes del sindicalismo, pero su figura ha perdido credibilidad, ya que la Justicia lo investiga por supuesto enriquecimiento ilícito.

Es por esto que se ha convertido en blanco de las críticas del gobierno desde que anunció la marcha. Según el jefe de Gabinete, Marcos Peña, Moyano tiene una motivación personal, en alusión a su situación procesal. “Los que marchan quieren que el gobierno fracase para volver al poder”, afirmó el fin de semana.

El sindicalista se ha defendido. “No es como dicen algunos, que voy para contrarrestar (las denuncias judiciales). Nada que ver”, dijo en el programa de Mirtha Legrand.

“La gente está muy disconforme con lo que está pasando y esto genera este llamado a la movilización”, a la que “va a ir mucha gente”, afirmó.

De todos modos, su convocatoria perdió fuerza. Varios sindicatos se bajaron de la marcha y, según una encuesta de la consultora D’alessio IROL, Moyano cuenta con sólo un 5% de imagen positiva contra un 46% de Macri. Incluso la expresidenta Cristina Fernández es más popular, con un 29% de respaldo.

Según el sondeo, más de un 60% cree que para el líder camionero la marcha está más inspirada en defender su posición personal que a los trabajadores.

Gas al alza

Además de las paralizaciones y las protestas, la administración de Macri también enfrenta la negociación de las tarifas del gas.

Las empresas distribuidoras y transportistas discutirán esta semana en tres audiencias públicas el porcentaje de aumento que recibirán a partir de abril.

Junto a ello, plantearán una nueva metodología para estabilizar las facturas y que no haya grandes diferencias entre los meses de otoño-invierno (con mayor consumo) y primavera-verano, publicó el diario El Cronista.

El ajuste en las facturas será cercano a un 40%. Al sumar las actualizaciones de abril y diciembre del año pasado, el aumento acumulado será de entre 80% y 100%.

Para solucionar el tema a largo plazo, a partir de abril se tienen contemplados incrementos semestrales en base a la inflación. Asimismo, se seguirán reduciendo los subsidios hasta octubre de 2019 en todo el país, con excepción de la Patagonia, donde el proceso termina a fines de 2022.

Esto permitirá que las empresas recompongan en un año y medio casi la totalidad de los ingresos que el gobierno anterior no les permitió actualizar durante quince años. Pero pone una presión adicional sobre la meta de inflación del gobierno para este año.