Trump saca a EEUU del Acuerdo de París y negociará nuevo pacto de cambio climático

Tal y como había anunciado el miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que su país se retira del histórico acuerdo global alcanzado en París por casi 200 países en 2015 para luchar contra el cambio climático.

“Nos vamos”, dijo el mandatario republicano en un discurso en la Casa Blanca en el que criticó las “draconianas” cargas financieras y económicas que conlleva el denominado Acuerdo de París.

A pesar de las reiteradas advertencias, peticiones de sus aliados y mensajes de líderes empresariales, el jefe de Estado ejecutó una de sus principales promesas de campaña: “con el objetivo de cumplir mi solemne obligación de proteger al país y a sus ciudadanos, EEUU se retirará del acuerdo climático de París”, del que sólo están ausentes Siria y Nicaragua.

Pese a la decisión, Trump dejó abierta la puerta a comenzar las negociaciones para reingresar al tratado o lograr “una nueva transacción sobre términos que sean justos para EEUU, sus empresas, sus trabajadores, su gente y sus contribuyentes”.

Sin embargo Francia, Alemania e Italia se apresuraron a responder que “el Acuerdo de París no puede ser renegociado”.

Rechazo mundial

“Consideramos irreversible el impulso generado en París en diciembre de 2015 y creemos firmemente que el Acuerdo de París no puede renegociarse, ya que es un instrumento vital para nuestro planeta, nuestras sociedades y nuestras economías”, dijeron los líderes de las tres potencias europeas quienes instaron a sus aliados a acelerar los esfuerzos para combatir el calentamiento global.

El mensaje habría llegado directamente a Trump a través de una llamada del mandatario francés, Emmanuel Macron.

Por su parte, la presidenta Michelle Bachelet lamentó la decisión y dijo en Twitter: “Chile está sufriendo el cambio climático y nos hemos comprometido a combatirlo. Es una mala noticia que EEUU abandone el Acuerdo de París”.

El expresidente Barack Obama, en tanto, aseguró que su sucesor “está dándole la espalda al futuro” porque “en pocas palabras, el sector privado ya escogió un futuro de bajas emisiones de carbono”.

Interés nacional

El titular de la Casa Blanca apoyó su decisión en los intereses nacionales e intentó convencer al mundo de que el retiro “no tendrá impacto en el calentamiento global”.

Apuntó: “No puedo en buena conciencia apoyar un acuerdo que castigue a EEUU”, a las empresas locales y que costaría 2,7 millones de empleos a la nación.

A su juicio, el acuerdo solo ha beneficiado a otras naciones que han obtenido ventajas financieras al tener a EEUU como signatario del convenio por ser uno de los que más destina al fondo de políticas ambientales.

Tras el último aporte de US$ 500 millones por parte de la administración Obama, antes de las elecciones presidenciales de noviembre, Washington ha colaborado con

US$ 1.000 millones para ayudar a los países en vía de desarrollo a reducir su impacto ambiental.

Aunque Trump apostó por seguir impulsando políticas limpias dijo que había sido elegido para “representar a los ciudadanos de Pittsburgh y no a París”. Pero su mensaje tampoco fue bien recibido en esa localidad. El alcalde Bill Peduto dijo que seguirán “los lineamientos del acuerdo en beneficio de la gente, la economía y el futuro”.

Críticas del sector empresarial

El mundo empresarial tampoco quedó ajeno al anuncio. Entre las primeras reacciones estuvo la del CEO de Tesla, Elon Musk, quien cumplió su palabra y abandonó el consejo asesor de la Casa Blanca.Otros líderes de negocios también expresaron su oposición, entre los que destacan el presidente de Microsoft, Brad Smith, y el CEO de General Electric, Jeffrey Immelt.

Impacto económico

Según un reporte de la Universidad de California Berkley y Stanford si el cambio climático continúa al ritmo actual habrá consecuencias para la economía. “Si la futura adaptación replica los casos anteriores, un calentamiento no contrarrestado va a transformar la economía mundial reduciendo el ingreso global promedio en aproximadamente 23% para 2100 y ampliando la desigualdad global de los ingresos”.

Los investigadores estimaron que el PIB de EEUU entre 2016 y 2099 será 36% menor si la tendencia climática se mantiene.