Economía

Xi busca consolidar su poder en reunión anual de la Asamblea Popular Nacional de China

El evento, que durará dos semanas, eliminará el límite de dos períodos presidenciales y aprobará los objetivos para el crecimiento de la segunda economía mundial.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Lunes 5 de marzo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Hoy, cerca de 3 mil delegados de la Asamblea Popular Nacional de China se reunirán en el Gran Salón del Pueblo en la emblemática Plaza de Tiananmén para una reunión anual que aprobará nuevos nombramientos en altas esferas del poder chino, incluyendo el segundo período del presidente Xi Jinping, y los objetivos gubernamentales de crecimiento.

Pero la decisión más importante será la aprobación de los cambios en la Constitución, que incorporan el “pensamiento de Xi sobre el socialismo con características chinas para la nueva era” y eliminan el límite de dos períodos presidenciales.

Será otra confirmación de la influencia del actual mandatario, que ya es considerado el líder más poderoso desde Mao Zedong después de que en octubre el “pensamiento de Xi” fuera incorporado en los estatutos del Partido Comunista.

Por otra parte, el parlamento –ampliamente considerado como el “promulgador automático” de la voluntad del partido- tiene que confirmar en sus cargos a varios altos funcionarios, incluyendo al vicepresidente y varios vicepremieres. Wang Quishan, un aliado cercano de Xi, se perfila para el cargo del vicepresidente.

Wang abandonó el año pasado su puesto en el Comité Permanente del partido por superar la edad máxima para los funcionarios chinos, de 68 años. Y a pesar de que los medios oficiales aseguraron la semana pasada que precisamente por esa regla la eliminación del límite de períodos presidenciales no significa la permanencia eterna en el poder, de ser confirmado, Wang creará un precedente para Xi, quien cumplirá 68 años antes de terminar su período en 2022.

Por otra parte, los parlamentarios también aprobarán la creación de un nuevo cuerpo anti-corrupción, la Comisión Nacional de Supervisión.

“Todas las decisiones políticas mencionadas, cruciales para la modernización del sistema de China y la capacidad de gobernabilidad, pavimentarán el camino para que China materialice su misión de construir un ‘poderoso país socialista moderno’”, estimó el viernes la agencia china Xinhua.

Metas económicas

En otro punto que será mirado de cerca por los inversionistas, el premier Li Keqiang presentará las metas de crecimiento para la segunda economía mundial: el PIB se expandió 6,9% el año pasado, la primera aceleración desde 2010, pero los datos del inicio del año apuntan a una desaceleración, que podría ser todavía más pronunciada por las tensiones comerciales con Estados Unidos.

Expertos internacionales esperan que la cifra repita la meta del año anterior, de 6,5%, pero según Xinhua –que citó a la oficina del grupo dirigente central para asuntos financieros y económicos- Li optará por un número menor, de 6,3%, para 2018-2020.

Beijing anteriormente aseguró que se concentrará en el crecimiento de la calidad y no en altas cifras, lanzando una campaña para combatir los riesgos financieros –con una deuda que supera 260% del PIB-, reducir su sobrecapacidad industrial y combatir la contaminación.

Impulso para reformas

De hecho, muchos expertos consideran que la permanencia de Xi en el poder garantizaría que las reformas sigan adelante.

La semana pasada, el gobierno demostró su resolución para combatir el apalancamiento excesivo de los gigantes chinos que dependen de préstamos estatales: Beijing tomó control sobre la aseguradora Anbang Insurance y detuvo a su presidente por acusaciones de fraude financiero.

“Prevenir el riesgo es una tarea muy importante y mantendremos a la economía en una trayectoria estable”, dijo a Reuters el viernes un asesor gubernamental.

Otra muestra del descontento de Xi con el mundo empresarial es la muy reducida presencia de los “peces gordos” en la Asamblea que según Hurun, el Forbes chino, disminuyó de 209 a 153 personas.

Con eso, una señal positiva para los expertos puede ser el nombramiento de Liu He, principal asesor económico de Xi, quién la semana pasada estuvo en EEUU para negociaciones comerciales, como el vicepremier de asuntos económicos. Liu -crítico del deseo de crecer a cualquier costo- también podría convertirse en el nuevo presidente del banco central.

“Si Liu He se convierte en el presidente del banco central, China podría avanzar hacia un modelo de súper regulador, que dará al banco central más poder para combatir los riesgos financieros”, dijo en una nota Tommy Xie, economista para China del OCBC Bank.

Sin embargo, otros expertos dudan que el poder infinito de Xi favorezca a la economía. “Es probable que los inversionistas extranjeros se vuelvan más escépticos sobre el modelo político y económico crecientemente distinto de China. Con un período más largo (de Xi) parece razonable preocuparse sobre la calidad de políticas en el sistema político crecientemente centralizado”, dijo en una nota Louis Kuijs, jefe de economías asiáticas de Oxford Economics.

Con miras al exterior

Por otra parte, la permanencia de Xi en el poder genera temores de una política internacional más agresiva de China.

En el congreso quinquenal del Partido Comunista en octubre, el presidente Xi Jinping anunció la tarea de convertir al país en “líder global” a 2050 y llegar a ser una nación “modestamente próspera” a 2020.

Eso podría impulsar tanto el “poder blando” como las acciones más ofensivas en el Mar Meridional de China -donde el país busca dominio absoluto- y con las regiones que Beijing considera suyas, como Taiwán y Hong Kong.

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