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La brecha económica entre Europa y EEUU provocada por la pandemia seguirá ampliándose durante varios años

La velocidad de la vacunación y el tamaño de los paquetes de rescate ayudan a explicar el camino cada vez más divergente de ambas regiones hacia la recuperación.

Por: Financial Times. Traducido por: Rafaella Zacconi | Publicado: Martes 16 de marzo de 2021 a las 10:50 hrs.
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M. Arnold en Frankfurt y J. Politi en Washington

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Desde el principio, la pandemia de coronavirus causó cicatrices económicas más profundas en Europa que en Estados Unidos. Ahora, sus diferentes respuestas a la crisis significan que ambas regiones económicas están a punto de separarse más.

La "brecha de producción" de la Unión Europea (UE), la diferencia entre lo que el bloque estaba produciendo y su potencial total, era a principios de año el doble que en EEUU, lo que significa que la economía europea estaba creando menos empleos, produciendo una demanda más débil y generando menor inflación.

Estados Unidos seguirá sacando ventaja este año, mientras que Europa se ve frenada por un gasto público menos ambicioso, restricciones más estrictas a las empresas y una tasa de vacunación más lenta, dicen los economistas.

"Es probable que el próximo año Estados Unidos vuelva a ponerse al día con su pronóstico de crecimiento previo a la pandemia, mientras que si miras a Europa, no hay posibilidades realistas de que eso suceda durante varios años", señaló el economista jefe del banco UniCredit, Erik Nielsen.

El apoyo de las vacunas

Después de que el gobierno de EEUU aprobara un paquete de gastos de US$ 1,9 billón (millón de millones) la semana pasada, Nielsen calculó que su economía se beneficiará de un estímulo fiscal general en efectivo equivalente a entre 11% y 12% del Producto Interno Bruto (PIB) este año, tres veces el tamaño de su brecha de producción estimada.

Por su parte, las nuevas medidas fiscales previstas por los 19 países de la eurozona, combinadas con un gasto adicional en los actuales planes de bienestar, la pérdida de ingresos fiscales y los pagos del fondo de recuperación de 750 mil millones de euros de la UE, suman 6% del PIB y 70% de la brecha de producción del bloque.

El presidente Joe Biden dijo la semana pasada que todos los adultos de EEUU serán elegibles para una vacuna contra el coronavirus antes del 1 de mayo, y fijó las celebraciones del Día de la Independencia, el 4 de julio, como el plazo para que el país retorne a la normalidad.

Por el contrario, la UE está encontrando dificultades para cumplir su objetivo de inocular a 70% de los adultos para septiembre, complicada por retrasos en la producción y preocupaciones sobre la eficacia y los posibles efectos secundarios de la vacuna de AstraZeneca.

Algunos de los mayores estados de EEUU, como Florida y Texas, ya han retirado la mayoría de las restricciones del coronavirus, mientras que los bloqueos se endurecieron en algunas regiones de Europa, como Italia, después de que los contagios aumentaran nuevamente.

“Los retrasos en la vacunación y la política fiscal insuficiente impactarán el crecimiento en los próximos trimestres. Europa corre el riesgo de tener este año la mitad de la tasa de crecimiento que alcanzará Estados Unidos", afirmó el exvicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constâncio.

Es probable que el desacoplamiento transatlántico quede en evidencia esta semana cuando los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) actualicen sus proyecciones para el crecimiento económico de Estados Unidos este año. En diciembre la Fed dijo que esperaba que la producción media aumentara 4,2%, pero gracias al estímulo fiscal de US$ 1,9 billón de Biden y un despliegue de vacunación más rápido de lo esperado, muchos predicen un repunte más fuerte.

Christine Lagarde, presidenta del BCE, dijo la semana pasada que había “un desfase temporal” entre los planes de estímulo fiscal de Estados Unidos y Europa, agregando que “nuestras propias medidas fiscales aún no se están aplicando. Y lo necesitamos".

La economía de la eurozona se contrajo 6,6% el año pasado, en comparación al descenso de 3,5% de EEUU, y se espera que el bloque se deslice hacia una recesión de doble caída con un segundo trimestre consecutivo de crecimiento negativo en los primeros tres meses de este año.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronosticó la semana pasada que la economía estadounidense crecerá 6,5% este año y 4% el próximo, superando el crecimiento previsto de la eurozona de 3,9% y 3,8% en los mismos periodos.

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Estímulos fiscales

Lucrezia Reichlin, profesora de economía de la London Business School, señaló que los funcionarios del gobierno de la UE mostraban poco interés por igualar el estímulo de US$ 1,9 billón del gobierno de Estados Unidos.

En cambio, agregó que los funcionarios se centraron en implementar el fondo de recuperación de 750 mil millones de euros de la UE que proporcionará una combinación de préstamos y subvenciones a los estados miembros durante cinco años, pese a que sus desembolsos sólo ascenderán a 1% del PIB del bloque este año.

“Costó mucho capital político elaborar el plan de recuperación de la UE, así que no veo que hagan más. La discusión está ahora en Francia e Italia sobre si es hora de descontinuar las medidas excepcionales introducidas el año pasado, como los esquemas de licencias”, destacó Reichlin.

La UE anunció este mes que sus reglas fiscales, que requieren que los países cumplan con los objetivos de reducción de deuda y déficit, se suspenderían por un año más en 2022. Pero Reichlin dijo que su eventual reintroducción, incluso en una forma más flexible, es un factor que impide a los gobiernos aflojar más la billetera fiscal.

“Las expectativas importan. Los ministros de finanzas saben que tarde o temprano volverán a verse afectados por las reglas, por eso son tan prudentes”, aseguró.

Una idea sería excluir los 350 mil millones de euros de préstamos del paquete de recuperación de la UE de los cálculos de la deuda nacional, sugiere Constâncio.

Olivier Blanchard, execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), también prevé la "necesidad de un mayor impulso" de las medidas fiscales europeas, implicando que "dependerá del comportamiento de la demanda privada, del optimismo y del fin del ahorro precautorio".

Sin embargo, EEUU también puede contar con un mayor impulso potencial a partir del exceso de ahorros, que podría aumentar aún más cuando la mayoría de los estadounidenses reciban un cheque de US$ 1.400 como parte del estímulo de Biden.

Los hogares estadounidenses acumularon un exceso de ahorro equivalente a más de 14% del consumo privado nominal el año pasado, según la OCDE. Mientras tanto, los hogares franceses, españoles, italianos y alemanes acumularon ahorros adicionales equivalentes a entre 3% y 7% del consumo.

“El balance de riesgos se inclina hacia una disociación aún mayor durante el próximo año gracias al exceso de ahorro. Hay más potencia de fuego de repuesto en los balances de los hogares en EEUU y más posibilidades de que se gaste si el entusiasmo aumenta a medida que la economía se recupera", afirmó Richard Barwell, jefe de investigación macro de BNP Paribas Asset Management.

Pero podría surgir otra ruptura entre ambas regiones: la política monetaria. Es poco probable que la Fed señale un cambio inminente después de establecer una bara alta para los aumentos de las tasas de interés y una reducción de las compras de activos.

Sin embargo, si la economía estadounidense se recupera bruscamente este año y se acerca al pleno empleo en 2022, el banco central seguramente considerará un retiro del apoyo económico antes de lo esperado.

Esto lo pondría en desacuerdo con el BCE, que anunció un aumento "significativo" en el ritmo de la compra de bonos y pronosticó que la inflación se mantendría muy por debajo de su objetivo incluso dentro de dos años.

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