Política

Académico chileno: "Bachelet no tiene la varita mágica para solucionar la crisis en Venezuela, pero puede ayudar al acercamiento"

Máximo Quitral, académico de la Escuela de Comercio de la Universidad Tecnológica Metropolitana, asegura que más que un impulsor, Chile puede ser un actor estratégico en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis que se vive en Venezuela.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Jueves 20 de junio de 2019 a las 12:38 hrs.
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Michelle Bachelet, alta comisionada de los Derechos Humanos para la ONU, inició hoy su segundo de tres días de visita a Venezuela, con reuniones con dirigentes del régimen de Nicolás Maduro, en la sede de la Cancillería.

Ayer, sostuvo un encuentro con el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, y mañana se verá con Maduro, y con el presidente interino del país y titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, además de otros importantes actores políticos. 

La visita se da en medio de protestas de diversos sectores que denuncian las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen. Profesores, empleados, médicos y civiles exigen que la expresidenta se reúna con los presos políticos, enfermos, que visite hospitales y que escuche a quienes denuncian que sus derechos han sido vulnerados.

Para el académico de la Escuela de Comercio de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Máximo Quitral, Bachelet tiene en sus manos la oportunidad de "abrir un proceso en el que el diálogo y los procesos democráticos permitan bajar la intensidad a la polarización y que, de una vez por todas, se llegue a una solución pacífica emanada del propio pueblo venezolano". 

- ¿Qué significa la visita de Michelle Bachelet a Venezuela, en el contexto de la crisis política y humanitaria que atraviesa el país?

- Me parece una decisión correcta, dado el cargo que ostenta y la preocupación que siempre ha manifestado no solo en términos a los derechos humanos, sino también en torno a los procesos políticos que se están produciendo en la región. Me parece que es coherente con el discurso que se ha manifestado en momentos determinados y, además, para ir accediendo a información directa de las condiciones y situaciones que se están produciendo en el país.

- ¿Qué podemos esperar de la visita, considerando las reuniones que sostiene con ambas partes de la vida política y social en el país? 

- Primero, uno esperaría un informe que dé cuenta de la realidad interna lo más objetivamente posible. Lo segundo es que la expresidenta también pueda otorgar ciertas garantías para abrir un proceso de diálogo que sea fructífero y que signifique darle estabilidad política a Venezuela. Me parece que eso hace falta, no solo en este caso, sino en muchos otros . Tiene en sus manos la posibilidad de abrir un proceso en el que el diálogo y los procesos democráticos permitan bajar la intensidad a la polarización y que, de una vez por todas, se llegue a una solución pacífica emanada del propio pueblo venezolano, que signifique profundizar la democracia; que es lo que uno espera de todo este proceso.

- ¿Pero que podría hacer Bachelet de diferente, si ya hemos visto al Grupo de Contacto Internacional, al Grupo de Lima y las negociaciones en Noruega que no han logrado destrabar la crisis?

- Creo que el peso político de la expresidenta no es insignificante en este proceso. Ese rol, como figura política y expresidenta, que conoce a muchos de los políticos venezolanos, particularmente al presidente de Venezuela, puede ayudar a que la polarización comience a estrecharse. No va a ser un proceso inmediato. Creo que Bachelet no tiene la varita mágica para solucionar el problema en Venezuela, pero si me parece que a lo menos podría conducir un proceso de acercamiento de los actores involucrados en la política interna, que otras instancias no han logrado conseguir porque hay barreras ideológicas que también entorpecen el diálogo. Me parece que esa barrera, en el caso de Bachelet, se estrecha y eso puede generar la confianza para que sea un proceso serio en que ambas partes tomen una decisión que derive en una solución democrática al proceso político venezolano.

- En medio de la alta inmigración y del cambio del canciller en nuestro país, ¿cree que el gobierno de Chile seguirá siendo tan frontal en la crisis o es hora de dar paso a acciones de organizaciones internacionales?

- Me parece que en esta crisis se requieren organismos internacionales, más que la participación directa de un país en particular. Considerando a Chile, eso no ha sido positivo para la imagen presidencial, así que eso también hay que incluirlo en el análisis. En calidad de expresidenta y su representación internacional, me parece que Bachelet puede ser mucho más importante en buscar una solución, no al corto plazo, pero al menos en un plazo moderado. Me parece que es un buen mecanismo para instalar el debate y, por qué no, contribuir en el apoyo de Chile en este proceso. Más que un impulsor, Chile puede ser un actor estratégico en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis que se vive en Venezuela.

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