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¿Cómo llega la economía de Argentina a las elecciones primarias?

Este será el primer año en que la actividad llega a las urnas en recesivo desde la crisis de 2009, y el primero en el que el consumo privado está por debajo de sus niveles.

Por: | Publicado: Viernes 9 de agosto de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Reuters
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La economía argentina llega a las primarias -mejor conocidas como PASO- con aparente “buen lejos”: la actividad parece que empieza a repuntar, pero al hacer un zoom en los datos se ve que la mejora es acotada al agro; la inflación muestra guarismos menores al peak de 4,7% de marzo, pero aún está por encima del 2% mensual; y el salario real empieza a recuperar parte de lo perdido el año pasado, aunque ese repunte no será suficiente para compensarlo.

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Por el lado financiero, el dólar se mantuvo con calma suficiente para evitar la corrida cambiaria que se temía, pero el riesgo país se aceleró y, aún en los momentos en los que descendió, no logró suprimirlo y sumó un plus relevante al diferencial de tasas con los bonos de Estados Unidos.

En la actividad, el año 2019 será el primer año electoral recesivo desde la crisis de 2009, y el primero también en el que el consumo privado llegue a las elecciones por debajo de sus niveles del año previo, identificó Lorena Giorgio, economista de Econviews.

Avance del consumo

Puntualmente, “el consumo privado llegará a las PASO del domingo cerca de un 8,5% por debajo de sus niveles del año pasado, presionado por un salario real que aún no logra crecer en términos interanuales”, dijo Giorgio.

No obstante, en términos mensuales pareciera haber encontrado un piso y empezado a recuperarse muy lentamente, “favorecido por un gran paquete de incentivos oficiales y por salarios privados creciendo en línea con la inflación acumulada desde diciembre, lo que contribuyó a la recuperación de la confianza del consumidor en los últimos meses”, agregó.

También en el Estudio Broda reconocieron que el paquete fiscal de “anabólicos para el consumo” parece estar dando efecto, aunque se cuestionan sobre qué ocurrirá una vez que se terminen.

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Sobre la actividad en general, recordaron que en mayo subió 0,2% (sin estacionalidad) y, que si bien mostró en la comparación interanual la primera variación positiva de los últimos 12 meses (de un 2,6%), la dinámica sectorial es heterogénea, “con el agro que tracciona fuerte y el resto de los sectores más rezagados”.

Así, la economía seguramente mostrará su primera variación trimestral positiva desde el cuarto trimestre de 2017 y llegará a las elecciones del domingo iniciando su remontada. “Sin embargo, los primeros números que se dieron a conocer para el mes de junio reflejan un freno del repunte en algunos sectores, como la industria y la construcción”, dijo.

También Guido Lorenzo, de LCG, reconoció que la economía llega con menos dinamismo del esperado. “La polarización y el riesgo cambiario se hicieron presente antes de lo esperado y por ello la tasa de interés alta se sufrió durante casi todo el primer semestre impidiendo la recuperación de la actividad”, describió.

No obstante, destacó un punto a favor, que tiene que ver con el mercado cambiario. “Hay que destacar que, a días de las PASO, el dólar se mantuvo estable que era el mayor riesgo en un año electoral”, dijo.

En stand-by

Para el domingo, la inflación habrá mostrado una desaceleración, pero destaca que la comparación es frente a elevadísimos registros que llegaron a tocar este año un 4,7%.

En tanto, el salario real habrá comenzado a recuperarse tras cerrar 2018 con una caída de 12% en el poder de compra. Pero por el lado del empleo no habrá mejoras.

Así se suman más indicadores para evidenciar que la economía está modo stand-by, con cierto atisbo de mejora aunque aún insuficientes para confirmar el rumbo.

Desde Broda dijeron que tras el 2,7% en el IPC de junio y el número que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dé a conocer el jueves, de en torno a 2,4%, muestra que la inflación comenzó a ceder “pero a un paso demasiado lento”, ya que aún no puede perforar el umbral de 2%.

Lorenzo, por su parte, apuntó a que “la inflación, si bien cedió respecto a los peores registros, aún se encuentra en niveles altos”. Así, “los salarios no logran recuperar la pérdida de poder adquisitivo y la inversión está frenada” a la espera del rumbo que tomará la política y la política económica.

Giorgio estimó que los salarios reales caerán en promedio en torno a 7% frente a 2018, “bastante por encima de la caída de 0,5% de 2009, la última registrada en un año electoral”.

Además destacó que, si bien es usual observar políticas fiscales o monetarias expansivas, planes de facilidades de pagos, préstamos a tasas subsidiadas, u otras políticas de ingreso para incentivar el consumo antes de las elecciones, este año algunas de estas opciones están limitadas por el acuerdo con el FMI.

Por el lado del empleo, los datos son abrumadores: entre mayo de 2018 y el mismo mes de 2019 se perdieron 217.100 puestos de trabajo registrados.

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