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Al Frente Amplio le falta litio

José Manuel Silva Director de inversiones de LarrainVial Asset Management

Por: José Manuel Silva | Publicado: Miércoles 29 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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En mis ratos libres (pocos lamentablemente), he comenzado una lectura del programa económico del Frente Amplio (FA). En especial aquel capítulo que se titula “un nuevo modelo de desarrollo”. En él se señala que “para terminar con la desigualdad que actualmente aflige el país, y financiar los derechos sociales que Chile reclama por décadas, se necesita un nuevo modelo de desarrollo”. Éste debe superar el actual modelo “extractivista y especulativo”. Agrega que “lograr la diversificación de esta economía (de unas pocas materias primas como el cobre), requiere de un diseño y acciones de largo plazo que difícilmente serán lideradas y llevadas a cabo por el sector privado, el que suele tener una mirada de corto plazo, carente de una visión sistémica”. Leyéndolo, me cuesta encontrar el cómo lograremos superar el modelo extractivista y especulativo y alcanzar una nueva “matriz productiva más compleja y diversificada”. Soy escéptico en que “crear un Plan Nacional de Desarrollo, el que debe indicar los sectores estratégicos y las etapas de su desarrollo”, logre el objetivo antes declarado. Mal que mal, decenas de países de la ex órbita soviética y la actual Cuba, han gastado sus mejores esfuerzos en planes cuyo resultado está a la vista. Poco se explicita en el programa qué sectores nuevos y “más complejos” vendrán a reemplazar a nuestro querido y vilipendiado cobre, al vapuleado salmón o las sabrosas cerezas. Quizás, el “crear un centro de recopilación y análisis avanzado de datos (big data) para apoyar las tareas de planificación y políticas públicas de desarrollo” (pág. 95), logre escudriñar “una visión estratégica y poder apoyar con un análisis empírico sistemático las decisiones estratégicas para nuestra economía”. Lo cierto es que los especialistas de FA que redactaron el programa quieren que superemos una etapa histórica demasiado enfocada en las cuentas fiscales equilibradas, el control de la deuda externa y la reducción de la inflación, obsesión por la cual “descuidamos otros ámbitos importantes de la política macroeconómica, generando una re-primarización de la matriz productiva (la pérdida de la complejidad tecnológica de las exportaciones)”. No sé en qué período de nuestra historia el FA encontró exportaciones más complejas tecnológicamente. Cuando el actual modelo económico se comenzó a implementar en 1974, el cobre representaba casi el 90% de las exportaciones y el resto era un poco de celulosa y harina de pescado. Aquellos íconos de la tecnología occidental, los televisores Bolocco o los Fiat de Rancagua, aún no conquistaban los mercados globales cuando tuvimos que cambiar el modelo económico antiguo por quebrado. Curiosamente, el FA nos pone como ejemplo a Australia: “ellos lograron transitar desde una economía minera a un país líder en la industria de maquinaria y software para la actividad minera”. Una rápida revisión en Google me señala que las cinco principales exportaciones australianas son el mineral de hierro (24%), carbón (17%), oro (8,5%), trigo y petróleo (3,5 % cada uno). Los productos de mayor valor agregado no superan el 10%. La primera empresa que el FA nacionalizará (no la última según se desprende en pág. 103) será Soquimich, para así tener una política nacional de litio. Se creará una “empresa mixta de capitales extranjeros” y se “formularán proyectos de producción de baterías para vehículos eléctricos y se creará un instituto de investigación para usos del litio buscando encadenamientos productivos con manufacturas de alta productividad, como por ejemplo el sector farmacológico”. Habrá que ver si Elon Musk quiere poner una planta de baterías en el Atacama asociado al gobierno chileno. Cabe señalar, eso sí, que si hoy Chile se encuentra a la vanguardia del litio es gracias a una empresa privada que tuvo la visión de explotarlo hace ya más de 20 años y cuyos grandes beneficiados han sido los pensionados de Chile a través de su participación accionaria indirecta vía AFP. Para financiar esta épica transformación se deberá recaudar 5,5% del PGB en nuevos impuestos. El actual programa pretendía un 3% y logró frenar en varios puntos el crecimiento. El FA no se hace cargo de eso evidentemente. Está claro que litio no les faltará. Los que pensamos que este programa tiene el potencial de arruinar el país sí tendremos que consumir mucho litio.

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