DF Tax | Operación Renta 2021: la primera prueba de la modernización tributaria

Paula Madariaga

Terminando un año bastante inusual, comenzamos a advertir la proximidad de la Operación Renta 2021, de especial relevancia para los contribuyentes del Impuesto de Primera Categoría.

El establecimiento de un nuevo sistema por la Ley N° 21.210, sumado a la carga extra de funciones que ha asumido el Servicio de Impuestos Internos con motivo de la pandemia, ha implicado una demora en la emisión de instrucciones de la autoridad tributaria, siendo posible advertir desde ya que nos enfrentaremos a un proceso complejo.

Así, por ejemplo, el servicio presentó una propuesta de clasificación de régimen (que recordemos, bajo las normas actuales puede ser el régimen PYME o Semi-integrado), la que debía ser confirmada o modificada por los contribuyentes. Es bastante probable que muchos de ellos asumieran, por desconocimiento y de buena fe, que el establecido por el servicio era el que correspondía a su empresa.

¿Qué pasará con aquellos que no cumplan los requisitos para ser calificados como PYME y que hayan mantenido la propuesta del SII? Este asunto no es menor si consideramos que las medidas de reimpulso económico fijaron la tasa del Impuesto de Primera Categoría en un 10% para los años 2020, 2021 y 2022.

Asimismo, la difusión y entendimiento de la nueva normativa se ve dificultada por la existencia de numerosas reglas de transición entre los regímenes anteriores y el actual, las que se suman a las demás normas modernizadoras incluidas en la mencionada ley.

En este sentido, las rectificaciones de diferencias de capital propio tributario, que podrían implicar un impuesto del 20% sobre las mismas; el establecimiento de impuesto del 25% sobre la distribución injustificada de utilidades en una proporción distinta al capital; las nuevas normas de relación que se utilizan como una manera de establecer excepciones a la tributación general; las modificaciones en la aplicación del impuesto multa del 40% establecido en el artículo 21, son solo algunos ejemplos de este desafío.

Sin duda que los nuevos deberes de información de los contribuyentes pueden facilitar la labor del servicio, permitiendo generar propuestas de declaración o detectando inconsistencias de manera previa a la declaración. Sin embargo, para ello es indispensable cumplir con la obligación de emitir declaraciones juradas correctamente y de manera oportuna.

En definitiva, la Operación Renta 2021 será la primera prueba que enfrentaremos en la aplicación de la nueva ley, en la que debiera primar una posición de colaboración por parte de la administración, siendo indispensable que los contribuyentes se informen y asesoren debidamente, para cumplir de las obligaciones que este cambio conlleva.

En resumen, como recomendación y estando ya en noviembre, no nos olvidemos de la próxima Operación Renta. No es conveniente dejarla para último minuto.