Columnistas

La gran oportunidad digital

Cristián Bastián Socio Principal KPMG

Por: Cristián Bastián | Publicado: Jueves 10 de agosto de 2017 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

La tecnología ha sido un catalizador constante de transformación empresarial, pero ahora las oleadas de innovación son cada vez más rápidas y cortas. Por lo tanto, identificar cuáles serán las tecnologías más apropiadas y cuáles las áreas a priorizar con el objetivo de maximizar el retorno sobre la inversión, son solo una parte de las importantes definiciones para las que las organizaciones aún no tienen total claridad. Para muchas empresas y sus gobiernos corporativos la pregunta no es si utilizarán las nuevas tecnologías, sino cuándo, en qué, dónde y con qué velocidad lo harán.

La oportunidad de la nueva era digital exigirá, en primer término, que las empresas sean capaces de establecer sus estrategias con una visión a largo plazo y liderazgo con un compromiso evidente del gobierno corporativo y nivel ejecutivo, capaz de permear e inspirar a las organizaciones a enfrentar la gestión del cambio y que a su vez les permita diseñar estrategias efectivas en su comunicación y transformación cultural necesaria. Asimismo, será vital el establecimiento de planes de acción que cubran todos los ámbitos clave: humano, operativo, tecnológico, etc., evitando así que las nuevas tecnologías sean implementadas por silos o con iniciativas particulares, de manera separada o demasiado tardía.

Hoy está surgiendo el nuevo concepto denominado “Digital Labor (DL)” que deberá conectarse a la labor humana actual. La DL abarca tres niveles distintos. El primero, tecnologías y software, para automatizar tareas de carácter eminentemente transaccional denominadas “robotics proccess automation”. El segundo nivel, las conocidas como “machine learning”, que gestionan procesos y datos desestructurados, y entienden el lenguaje natural e interactúan con humanos, aprendiendo de ellos. Y un tercer grupo son las DL “cognitive”, que corresponden al grupo más avanzado pero también el más complejo, que está asociado a inteligencia artificial y algoritmos que aprenden y que no es necesario programar. Los beneficios de estas tecnologías son inmensos y algunos de sus resultados serán evidenciados rápidamente en una mayor rapidez, mayor precisión y una mayor eficiencia de los procesos, traduciéndose en un rápido retorno en términos de costo/beneficio.

En las próximas décadas, se producirá un cambio de paradigma y una transformación progresiva de la naturaleza del trabajo, donde los modelos prestablecidos cambiarán drásticamente, buscando nuevos modelos organizativos y de colaboración para sacar el máximo partido a la hora de integrar el trabajo de sus empleados y la tecnología. En un futuro próximo, los trabajadores serán diversos en un significado más allá de lo que conocemos e imaginamos. Los robots serán compañeros de trabajo y enfrentaremos enormes cambios en los procesos y modelos productivos. En la medida en que se vaya evolucionando hacia tecnologías más complejas, se requerirán mayores niveles de inversión, aumentando consecuentemente la capacidad intelectual de las empresas, donde la capacidad de aprender, ser flexible y adaptarse será fundamental para sobrevivir y crecer, y así maximizar la oportunidad digital.

Lo más leído