La sociedad quiere mejores empresas

En los últimos años, autoridades y grupos de la sociedad civil, han querido colocar en el colectivo la sensación de extremo rechazo respecto a las empresas, por algunas que no han tenido el desempeño idóneo y porque es más fácil y popular apuntar con el dedo condenatorio. Sin embargo, pareciera que muchos han olvidado que el desarrollo que han tenido en lo profesional, familiar y también humano ha tenido que ver con la opción de desempeñarse en algunas etapas de su vida en entidades lucrativas.

Hablar de empresas por estos días pareciera herejía, pero no es así, hoy es imprescindible hablar de la nueva empresa, la empresa consciente. No aquella que se conforma con la rentabilidad económica, sino la que busca el bien común, no esa que se conforma con financiar programas aislados de algunas comunidades o donando dinero a causas benéficas. Esa no es una empresa consciente, la empresa consciente es la que realiza su estrategia de la mano con su propósito, ejerciendo liderazgos y procurando ser un aporte a un ecosistema virtuoso para la sociedad.

En la década del sesenta se creó una compañía aeronáutica-Southwest Airlines- al nacer sus fundadores se preguntaron ¿para qué comenzaremos esta aventura?, la respuesta fue simple, "no puede haber un estadounidense sin poder volar y ningún abuelo o abuela sin poder ver a sus nietos". Southwest no se fundó pensando en ser la más grande o la que más dinero ganara, entendían que la rentabilidad llegaría igual con los años y así fue, los primeros tres años tuvieron pérdidas y de ahí en más fueron sólo números azules, ¿cuál fue la clave? Tener propósito, convicción, lealtad, cultura y liderazgos que creyeran en el desarrollo de la compañía con una cultura impregnada en el ADN de cada actor.

No es casualidad entonces, y es un llamado de atención a los directores que con justa razón esperan rentabilizar sus inversiones, que se repita la frase "hacer las cosas bien es un buen negocio", lo cual se confirma en el libro de Raj Sisodia, "Firms of Endearment", donde tras un estudio revelador, queda de manifiesto que las empresas conscientes llegan a ser, mayoritariamente, nueve veces más rentables que una tradicional (medida en comparación con las SP500). Cuando el río suena es porque piedras trae, la invitación está hecha, ¿te sumas?